El gran capitán del equipo rojiblanco estaba especialmente satisfecho porque estrenaba titularidad. Con unos minutos estelares en el campo de Santo Domingo, Miguel Ángel Corona se había ganado con su esfuerzo ser titular ante el Nàstic.
Así lo entendió Fernando Soriano y el de Talavera fue de la partida ante el cuadro catalán. Desde el comienzo se convirtió en el máximo exponente de la sala de máquinas local, sacando el balón con criterio y tomando siempre la mejor opción para los suyos. La diosa fortuna no quiso acompañar al capitán en su primera titularidad y en el minuto 12 de partido, en un choque con un rival, sufrió una lesión en la rodilla que le hizo dejar el campo en camilla con el aplauso de cariño y apoyo de los aficionados.