Si a Corona le dieran camiseta, pantalón y medias para Córdoba, no se lo pensaría dos veces: ¡jugaría!. El excapitán rojiblanco, que acabó la temporada con el Brisbane Roar australiano, es uno de los ayudantes en la sombra de Fernando Soriano y un rojiblanco más, pese a que este año ha defendido otros colores muy lejos de su querida Almería. El centrocampista se pasó por el entrenamiento, donde coincidió con Hernán Pellerano, y en zona mixta habló para esta casa del cambio radical que ha vivido Soriano en su carrera deportiva: “Era cuestión de tiempo verle en el banquillo. pero es cierto que se adelantaron los acontecimientos. El camino natural de Soriano era este y se hace raro verle ahí, porque me fui siendo su compañero y al volver le veo vestido de azul. Le queda bien ese color y lo hace de maravilla”.

Con vida
Que el Almería llegue dependiendo de sí mismo a Córdoba es todo un milagro, porque en 30 de 41 partidos el equipo estuvo en zona de descenso. El Almería se vio hundido después de la derrota en El Alcoraz ante el Huesca y el cambio de entrenador sirvió como revulsivo: “No es poco. Después de Huesca se puso todo muy difícil por el estado anímico de la plantilla y del entorno, de mucho pesimismo, de haber perdido la esperanza. Soriano recuperó la ilusión con trabajo y buenos resultados y por suerte está en nuestras manos”.

En familia
Por Almería pasan durante esta semana jugadores que pasaron a la historia del club como grandes luchadores. Corona, Pellerano, Juanito... incluso el míster Soriano en su nueva faceta. Los más grandes aparecen en los momentos difíciles para apoyar: “Soriano, Pellerano, Juanito, yo... solo falta Esteban. Pasamos nuestras vacaciones en Almería y qué menos que pasarnos por el Estadio para desear suerte a los jugadores y mandarles fuerza y ánimo”.Corona vive desde el palco los partidos del Almería y lo pasa fatal. Ver a su exequipo peleando por la permanencia y a su mejor amigo en el banquillo son motivos suficientes para que se le acelere el corazón: “Se sufre más de espectador que se integrante de la plantilla”.

Salvación
Corona cree que la permanencia en Segunda División sería un motivo para festejar, ya que perder la LFP es un retroceso en el fútbol de Almería tras década y media entre los mejores clubes de España: “Habría que celebrarlo, ya no solo por los jugadores, sino por la afición, que se dio cuenta de que había que animar más que nunca cuando ellos soñaban con el ascenso. Se merecería una fiesta y estudiar los errores para no volver a cometerlos”. Estará en El Arcángel como un aficionado más, aconsejando en todo lo que sea posible a Fernando Soriano.

Sonido SER: Miguel Ángel Corona, excapitán del Almería.