Ya no se puede obviar que el Almería es el peor equipo de Segunda División. Presenta unos números muy pobres para ser un ‘gallito’ de la competición y va a por el cuarto entrenador. Todo ha salido mal desde el inicio. Solo dos victorias, y por la mínima, contra Leganés y Osasuna, pone un poco de luz a una negra temporada. No sorprende que un recién descendido de Primera pase apuros en la categoría de plata, pero lo del Almería es preocupante. Van 18 jornadas de Liga y los rojiblancos han ocupado plaza de descenso en doce, y todas de forma consecutiva. Desde que perdiera en Albacete (3-0), aún con Sergi Barjuan en el banquillo, siempre estuvo entre los cuatro últimos de la tabla.

Habitual
Almería y Bilbao Athletic se han instalado en el descenso y no será fácil salir. El conjunto rojiblanco estará, al menos, otra semana más entre los peores de la Segunda. Se encuentra a cinco de la permanencia y en caso de una nueva derrota con el Llagostera, la salvación empezaría a ser una utopía.

Con 27 tantos en contra, la portería también es la más goleada junto con la del próximo rival, el Llagostera. Curiosamente, estos dos conjuntos marcan y encajan lo mismo: 18-27, con un -9 de diferencial anotador.
Hasta los jugadores son conscientes de que no se ha hecho equipo desde el verano, y esperan que no sea demasiado tarde para evitar el descenso a Segunda B.

A menos
Ni con dos cambios de técnico, el Almería ha sabido remontar el vuelo. Rivera logró un empate en Girona y sucumbió ante el Elche. Carrillo debutó con derrota en Mallorca y luego mejoró las prestaciones defensivas, pero se le pedían victorias y no logró ninguna. El equipo ha iniciado una cuesta abajo y solo si tiene frenos se puede salvar. Y el freno es Alfonso.