El Almería jugó para empatar en Bilbao
Al final consiguió su objetivo

Una jugada del partido.
En la vida es muy importante conocer las limitaciones de cualquier colectivo, y en el fútbol mucho más.
El Almería, aunque duela reconocerlo, no está en la zona baja de la tabla por casualidad, sino porque entre la mala política de fichajes y la plaga de lesiones no ha sido capaz de competir en todas las facetas del juego, defensa y ataque, casi en ningún partido.
Da la impresión de que Joan Carrillo ha tomado conciencia de lo que tiene y de lo que carece y por eso no se le deben subir los colores porque no haya conseguido ganar ni un solo partido, porque si ha logrado cuatro empates consecutivos y ser el primer técnico que ha conseguido mantener la portería a cero.
Portería a cero
Por eso el técnico rojiblanco se plantó en San Mamés sabiendo que si el rival se ponía por delante sus opciones de puntuar se reducían a la máxima expresión por sus carencias ofensivas y por la seguridad del contrario en su campo.
Otra vez defensa improvisada con dos laterales como problemas a la hora incorporarse al ataque y dos extremos cuya primera misión era taponar la salida de los laterales. En el centro del campo sólo Lolo Reyes con la ayuda de Soriano podían ejecutar con cierta garantía la misión dirigir el ataque almeriense. En el primer tiempo portería a cero. Tras el descanso el Almería da un paso adelante, adelanta la linea de presión y equilibra la contienda.
Llega bien a la zona de peligro rival, pero no culmina fundamentalmente por la falta de calidad y el desgaste en defensa. Por eso siempre que pudieron atacaron directamente el área enemiga del filial del Athletic Club en las acciones de estrategia. Así las cosas, se jugó para empatar y al final la misión se cumplió.