Son las 9:30 horas, el sol empieza a apretar, llegan aficionados para ver el primer entrenamiento de la temporada, caras de ilusión y de sueño entre los que madrugaron... Había ganas de ver en acción al nuevo Almería de Sergi Barjuan. Desde antes de las nueves, Sergio Pardo, Jesús Roche y Pepe Morales estuvieron preparando los bártulos en el Anexo para iniciar la puesta a punto de la temporada. El equipo echa a rodar con más de un mes por delante para jugar el primer partido de Liga, pero no hay tiempo que perder. El míster, veinte minutos antes de salir al césped, se reunió con plantilla y cuerpo técnico. Pasadas las nueve y media, Fran Vélez y Cristóbal Gil tomaban la rampa de acceso al Anexo. Eran los primeros en salir, y justo detrás, el resto de compañeros. Ramón Azeez y Michel Macedo bromeaban; los jugadores del filial hacían piña, Sergi y De Quintana sonreían, todo era tranquilidad antes de trabajar.

El calor respetó más que otros días y no castigó tanto al Almería. Comenzaron la actividad con ejercicios físicos, guiados por Sergio Pardo y Jesús Roche. El último y gran fichaje del mercado veraniego, Chuli, estuvo muy cerca en todo momento de Fernando Soriano. Se formaron cuatro grupos de trabajo mientras Sergi Barjuan seguía atentamente los primeros ejercicios.

Se hizo de rogar el balón, y en los primeros rondos se pudieron sacar conclusiones: los fichajes han llegado con fuerza y los canteranos quieren quedarse en el equipo. No participó Sergi, a diferencia del pasado curso, por el elevado número de efectivos.

En los ejercicios de posesión de balón en dimensiones reducidas, el técnico pidió movilidad y no soltar la pelota sin sentido. A falta de una semana para disputar el amistoso de Águilas, Sergi quiere aplicar sus conceptos, sobre todo a los que han llegado nuevos. En total, una hora y cuarenta minutos de entrenamiento.