La historia de siempre: gana el equipo y pierde el entrenador. Tras la bofetada “con la mano abierta” que le dio el Rayo al Almería en Vallecas, la plantilla trabajó el lunes con sonrisas y liberados de presión. Sergí ha cargado con la cruz y en el historial le va la penitencia. Nadie como él con su palmarés para aguantarlo todo.

No es malo que los jugadores estén contentos. Es bueno que hagan cuentas para salvar al equipo y digan que les salen. Y de lo más saludable que sea el entrenador el que se lleve los palos tras la derrota. Todo hasta aquí es positivo.

Lo malo de esto es que tanto los jugadores como su entrenador son aves de paso y el descenso será para todos los almerienses de norte a sur de la provincia. Nosotros si que hacemos cuentas y pillamos unos rebotes sin nombre cuando pierde el equipo.

Si baja el Almería la cruz no será para Sergi ni para sus profesionales. Este es el deporte de la semana. Nos repartiremos el peso entre todos como ya hicimos cuando bajaron en 2011.

Cuando escucho hablar al vestuario me vengo arriba. Cuando veo al equipo trabajar durante la semana (mis ojos son Rafa y Carlos) noto que se puede, pero la experiencia me dice que en esta ciudad y en este club cada lunes sale el sol y: tan agustito.

Sergi hace bien en cargar con la cruz y llevarse los palos y las bofetadas a mano abierta, “nos levantaremos”, dijo tras vencer al Granada hablando de la derrota. Eso, Sergi, a levantarse y tú con la cruz a cuestas que tienes más experiencia y más nombre que tus jugadores.

Es bueno que se liberen de la presión y confíen en sus posibilidades pero que no se olviden que ahora jugamos todos para lo bueno y para lo malo. Y bajar es un palo.




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