A JIM le faltarán chicles en el Almería
Agotará las reservas de Bazooka, Cheiw y Adams de esta ciudad para obrar otro ¡Milagro!

El Cheiw me recuerda los besos en el Cine Reyes Católicos.
Todos sabemos que esto no es solo tarea de un entrenador. El Almería no ha dependido de una táctica determinada ni de un patrón de juego: está en el pozo porque su plantilla hace lo que puede en Primera División y otros son mejores.
No voy a inventar el chicle con este comentario pero tengo la sensación de que a JIM le va a faltar chicle para completar su obra. Miren, desde que regresamos a Primera División siempre hemos recibido los mismos mensajes del club: no hipotecar la entidad y competir.
Lo de no salir del presupuesto implica gastar lo que se tiene y lo de competir queda muy bien para justificar lo que pudo haber sido y no fue. Llevamos dos temporadas compitiendo bien pero otros hacen más goles y suman más puntos.
A JIM las mandíbulas no le dejaran parar porque sabe como profesional del balón que su plantilla es limitada con un proyecto de cantera con todo lo que ello implica. Seguro que lo sabe como Alfonso García que se juega cada año unos 20 kilos salvando la Primera División.
Vamos a dejarnos de rollos o de historietas del chicle Bazooka y seamos claros porque aquí se juega para ganar. Lo de competir se le supone a todo equipo de Primera pero JIM seguirá en el Almería si gana y si pierde (aunque compita de maravilla) le mandarán a casa.
Mira que Francisco era Francisco para el club, para la grada y para la sociedad, pero al no ganar le mandaron a su casa. Esto no es deporte. Esto es empresa señores y al entrenador se le contrata para ganar partidos.
Como no gane partidos JIM igual no acaba la temporada y llamamos a Roberto Olabe como en 2011 porque esta Liga me recuerda a aquella de Lillo, Oltra y Olabe. JIM sería el Otra de aquella etapa.
Y no quiero terminar sin un recuerdo para esos chicles en el Carrillo del Miserias a la puerta del Cine Los Ángeles para ver una sesión doble en aquellas tardes del domingo cuando el Almería jugaba fuera de casa. A la salida el Miserias nos daba los resultados de la jornada y hasta la quiniela mientras apretando los dientes con el chicle entre ellos aguardaba la victoria rojiblanca en Melilla, Jaén o Marbella en aquellos tiempos de Tercera División cuando estudiaba en la Escuela de Maestría.
Yo ya he dejado de mascar chicle, JIM, ahora te toca a tí