Me gusta el buen rollo entre los aficionados de Elche y Almería que dan riqueza a sus ciudades. Cuando vienen se gastan lo euros y en los viajes idem de lo mismo. Es un ambiente de cordialidad dentro y fuera del campo que es positivo.

Pero hasta que pite el árbitro señores porque llevamos dos años dando vida al Elche en Almería y en su campo. La pasada Liga sumaron 4 puntos frente a los de Francisco y este año vamos por el mismo camino.

Un equipo con la angustia de tres derrotas seguidas no puede mandar en tu casa como lo hizo el Elche. Dos jugadas aisladas le dieron dos goles y a remar contra corriente.

Vale que seamos hermanos fuera del campo pero hicimos el primo y les perdonamos la plaza de descenso y una distancia en la tabla considerable. Nunca entendí en fútbol el perdonar al rival y me da la sensación de que el Elche salió vivo de Almería más por errores del rival que por aciertos.

No me gustó el Almería del sábado. Muy lejos del bloque de Anoeta y La Coruña. Me preocupa que aquí moje todo el mundo y sin ánimo de salirme con la mía ya les dije que para ver al equipo este año es mejor subirse al autocar de la Peña Milhojas.

Les dije que para ganar en casa hay que jugar como fuera de ella y Francisco no lo hará por aquello de la propuesta futbolística que a mí si se gana me importa un pimiento.

Tengo la sensación de que hicimos el primo con el Elche y solo se trataba de hermanamiento.