No se cortó un pelo el día de la presentación. Solo ha estado en las de Teerasil y en la de Thievy. Dos jugadores por los que ha apostado fuerte el presidente del Almería.

Un año más el equipo tiene que ser como un filial que va de menos a más y sus nuevos jugadores iran adaptándose primero y explotando después. Y para la explosión tenemos a Thievy.

El presidente ha rondado al jugador franco-congoleño hasta que le echó el guante. Le gusta mucho su fútbol y le ha sabido convencer para que crezca en Almería y se dispare hacia la fama: tiene la corazonada de que será otro Felipe Melo.

Decía Alfonso que era un objetivo claro que se ha conseguido y le toca ahora responder en el campo al jugador. Cuando el presidente apunta suele dar en la diana. Ha fallado poco y sabiendo que no hay mucho dinero para invertir: mejor acertar.

Thievy tiene una calidad que nadie discute pero, le falta un empujón, necesita de ese algo que le puede dar el Almería para que se destape a los ojos del mundo como el gran jugador que es.

Alfonso García tiene una corazonada con Thievy además de una ilusión de buen aficionado ya que le ve cualidades para ser una de las estrellas de la Liga. Si explota en Almería no pasará apuros su equipo.