Los árbitros tienen cada día más claro que lo cómodo y lo que les hace subir es aferrarse al poder, sobre todo al mediático. En este sentido pocos son los que no han aprendido la lección. Clos Gómez demostró que es un alumno aventajado. Perjudicó gravemente al Atlético en el partido de Copa en el Bernabéu y no ha sido sancionado, sino premiado con dirigir el derbi. Fernando Teixeira perjudicó al Atlético, el poderoso, y fue a la nevera.
Sin tener culpa alguna en el mayor descalabro del equipo en casa, siempre miró con especial ‘cariño’ a los visitantes. Su error más grave fue sacar fuera del área una falta cometida sobre Rodri dentro de la zona de castigo del Sevilla o, en el caso más desfavorable sobre la raya. Y la raya forma parte del área de penalti. Luego miró hacia otro lado en alguna acción de la que podía sacar provecho el Sevilla, sacó una tarjeta injusta a Rodri y dejó sin sanción empujón al ariete cerca del final.