El Almería estrenó el 2014 con una espectacular victoria ante el Granada, un equipo que venía con la vitola de favorito y con cuatro puntos más que los almerienses y salió del Mediterráneo humillado y c on la ventaja reducida en tres puntos.
El Almería realizó una primera media hora plena de entusiasmo, ritmo, chispa e intensidad, llegando a sacar del partido a un Granada desconocido que no hizo otra cosa que correr detrás de los jugadores almerienses.
Desde el comienzo del choque Verza y Azzez toman el mando del centro del campo superando a sus rivales en la creación de juego y en las llegadas.
Una y otra vez los pupilos de Francisco abortaban cualquier intento de jugar el balón por parte del conjunto de Alcaraz y provocaban un torbellino de llegadas en las que tuvo un especial protagonismo la conexión Soriano-Aleix Vidal. Superado el minuto diez Soriano estuvo muy cerca de adelantar a los suyos, en el lanzamiento de dos saques de esquina ejecutados con precisión. En el primero no llegó a disparar, estando solo, y en el segundo su testarazo rozó el palo. Pero en el minuto 14 el trabajo ofensivo de la pareja Soriano-Vidal tuvo reflejo en el marcador al rematar a la red Dubarbier, situado en el palo contrario, un centro de Aleix. El asistente levantó el banderín indicando posición antirreglamentaria de Óscar Díaz, pero no lo era y dio validez al tanto.

A por más goles El Almería no se sintió saciado con el 1-0 y siguió insistiendo en busca del segundo que llegó por medio de un claro penalti de Mainz a Soriano que transformó Verza. Los locales pudieron incluso aumentar su ventaja. No lo hicieron y los granadinos despertaron en los últimos  diez minutos de la mano de Piti y Brahimi para dejar constancia en el Mediterráneo que el equipo visitante no había dicho su última palabra.
Pero la reacción del Granada en los últimos compases del primer periodo fue sólo un espejismo. Tras el descanso más de los mismo. El Almería vuelve a hacerse con el control imponiendo el mismo ritmo del primer tiempo, ante el que sucumbe el Granada. Los de Francisco no dan opción a la reacción y siguen buscando el gol como si en ello les fuera la vida. Tiene que aparecer Kamezis para salvar a su equipo del tercero con tres intervenciones de gran mérito. Soriano ejerce majestuoso sus galones de capitán convirtiéndose en el director de una orquesta de músicos notables en la que todos pusieron lo mejor de sí mismos para que sonara como los propios ángeles a los oídos de los fieles seguidores.
Alcaraz trató de poner freno al fracaso y con el 2-0 hizo cambios ofensivos que sirvieron más para desequilibrar a los suyos que para asustar a los locales que tuvieron que esperar al minuto 79 para que Vidal culminara una noche estelar con el tercero que ponía fin a las hostilidades.