Hasta el último día de plazo la dirección deportiva del Almería estuvo manejando la posibilidad de fichar un medio centro de carácter defensivo para cerrar la plantilla en el mercado estival. Finalmente no se hizo así y a Francisco se le dio para la sala de máquinas de su equipo cuatro opciones: Verza y Corona, con certificado de garantía por ser parte importante del ascenso, Marcos Tébar y Azeez, sin haber pasado el control de calidad. Jose Verza ha sido fijo en todos los partidos del Almería por méritos propios y ni Miguel Ángel Corona ni Marcos Tébar habían conseguido ser el complemento perfecto de Verza, aunque ambos han ofrecido buenos partidos en el inicio de la competición.

La oportunidad Francisco conocía perfectamente a Ramón Azeez, al que había tenido a sus órdenes en el filial, sabía de sus cualidades y contaba con él. Poco a poco lo ha ido metiendo en el equipo, el jugador se ha crecido, ha ganado en confianza y hoy por hoy es una pieza fundamental en el engranaje del equipo. Su presencia ha dado a la sala de máquinas de la nave almeriense el equilibrio del que careció al comienzo del campeonato y está siendo uno de los jugadores revelación de la Liga. Azeez ha confirmado todas las espectativas que se crearon tras su actuación en el mundial sub-20 donde brilló con luz propia. su periodo de adaptación al fútbol español ha sido largo, pero se ha acoplado al juego de Primera en muy corto espacio de tiempo. Ha sido vital en la consecución del equilibrio que tanto se le ha reclamado al Almería en el inicio de campaña.
Lo que el equipo necesitaba en el doble pivote, un futbolista que inicie la jugada, equilibre, recupere y enganche con los de arriba, lo ha encontrado Francisco en la que fue su casa la temporada pasada. Su presencia en la medular permite que su compañero de línea abarque mucho más campo para presionar, tapar y llegar al área rival.