Después de tres largas semanas batallando de un lado a otro en tierras italianas en lo que ha sido uno de los ‘Giros’ de Italia más duros de su historia, el de su centenario, el ciclista ejidense, Cristian Rodríguez, ya está de vuelta en casa “con ganas de descansar y disfrutar un poco con la familia”, aunque reconociendo que “ha sido un Giro que lo he vivido con las mismas ganas y con la misma ilusión o más con la que disfruté corriendo el primero”.
Desde luego, lo suyo no es algo normal. No es para nada habitual haber pasado a profesionales con sólo 21 años y no es normal contar ya con dos ‘Giros’ en las piernas cuando apenas tiene recién cumplidos los 22.
En este sentido, Crisitan confiesa que, a diferencia del año pasado, “esta vez he llegado más preparado. Y he notado que la fatiga llegaba más tarde y con bastante mejoría en el rendimiento por lo menos las dos primeras semanas”.
Sin duda, esas dos primeras semanas de Giro han ofrecido los mejores momentos de un Cristian Rodríguez muy activo y en el grupo de cabeza en ascensiones de gran entidad como el Blockhaus o el Etna, donde un inoportuno pinchazo frenó su escalada. “Desde el inicio, me encontraba bien en la etapa y probé a estar con ellos desde abajo del puerto porque me encontraba muy bien. Pero pinché a cuatro de meta. Al final tan solo perdí 1 minuto o así con los mejores. Lo que pasa es que, cuando iba a entrar con ellos, arrancó Nibali y ya no pudo ser”, rememora.

Presencia

Lo que está claro es que ver a un ciclista como Cristian al nivel de los ‘gallos’ del pelotón con apenas 22 años es algo poco común. Así que, por este motivo, reconoce que “estar junto a los corredores mas fuertes de la carrera en varios finales en alto es algo muy bonito y es de lo mejor que me llevo de este Giro”.
Además, la cosa no se queda ahí ya que también ha tenido bastante visibilidad por el hecho de ser unos cuantos días el mejor de los españoles en la general, algo sobre lo que apunta que “era el mejor español tras el incidente de la moto y la caída de Landa. Todos me llamaban y preguntaban y para mí era algo raro porque lo normal es que hubiera sido Mikel Landa. Son cosas de carrera. Pero ahí estuvimos bastantes días y bien”.
Sí que es cierto que la tercera semana se le hizo algo más larga y ya no pudo aguantar en esas primeras posiciones, algo lógico teniendo en cuenta su edad. Pero lo bueno es que asegura que “la sensación es que he sufrido menos y he acabado menos fatigado que el año pasado. Además, el ritmo de carrera lo he llevado mejor aunque he tenido algún día malo”.
Experiencias que sigue sumando a su bagaje este almeriense, joven promesa del ciclismo nacional y que ya puede presumir de haber completado dos veces el Giro.