Misión casi imposible. Con Unicaja Almería en pista no se puede descartar nada, pero este año parece difícil revalidar el título de Superliga, ya que un compacto y casi infalible Can Ventura Palma se lleva del Moisés Ruiz un 0-2 que le coloca a las puertas de su primer campeonato con esta denominación. El primer aviso para los ahorradores llegó en las semifinales de la Copa del Rey, cuando cayeron por 3-0. Ahora, en la final de la Superliga, el cuadro dirigido por Marcos Dreyer aprovechó la dinámica ascendente para imponerse en los dos duelos.

Palma, superior
Los partidos del viernes y sábado fueron muy igualados, aunque Palma siempre estuvo un escalón por encima de Unicaja. Así transcurrió el primer set del segundo encuentro. Con ventajas de dos y tres puntos, los visitantes podían jugar con comodidad y arriesgando más de la cuenta con los saques. De hecho, el almeriense Víctor Viciana fue un incordio importante para la recepción ahorradora durante todas las mangas. Con 20-25 se cerraba el primer set de la tarde sin demasiadas dificultades para Palma. Unicaja no encontraba huecos y Molducci dio entrada a Madalóz por un desacertado Alemao.

En el segundo set apareció la raza del campeón. Unicaja levantó tres puntos de manga a favor de Palma para terminar ganando por 29-27. El pabellón Moisés Ruiz se levantaba para aplaudir la reacción almeriense. Sin embargo, en el tercer parcial Palma volvió a imponerse en los puntos decisivos ante un equipo ahorrador que poco a poco se quedaba sin opciones.

La clave de la cuarta manga estuvo en el 7-3 y varios puntos polémicos protestados por Unicaja. Los baleares remontaron hasta el 8-9 y a partir de ahí fueron inalcanzables. Los saques de Fran Ruiz finiquitaron el duelo con un parcial de 16-25.
Con 2-0 en contra, el conjunto de Piero Molducci deberá ganar los dos choques de Son Moix para intentar forzar el quinto. La Superliga se pinta de color azul, aunque con el club más laureado en pista todo puede pasar.