La Clásica Ciclista de Almería cumplió 30 años de historia, 30 años de vida... en un domingo inolvidable para los amantes del ciclismo en la provincia. Los almerienses pudieron ver en acción a los mejores ciclistas del panorama internacional. 
El día amaneció nublado y estuvo lloviendo en la capital antes de la salida de la XXX Clásica Ciclista de Almería, pero el sol no quiso perderse la carrera almeriense y el día, al final, se quedó genial para celebrar otra gran Clásica. El trabajo que viene realizando José Manuel Muñoz y su equipo es impresionante y, un año más, hubo que rendirse a la labor que vienen haciendo en los últimos 30 años, desde que nació la Clásica Ciclista de Almería, que se ha convertido en la carrera de todos los almerienses, la carrera de Almería, que se ha ganado un excelente cartel en el mapa del ciclismo a nivel internacional.

La salida
El corte de cinta fue en el marco incomparable de la Avenida Federico García Lorca, en la Rambla de Almería, como popularmente se conoce, y la llegada en la Avenida Rey Juan Carlos I de Roquetas de Mar, que estuvo repleta de aficionados. 
Los roqueteros se echaron a las calles del municipio para ver al pelotón internacional en su municipio.

Ambientazo
Los aficionados, además, pudieron disfrutar de un final que fue precioso gracias al circuito cerrado en pleno centro de Roquetas de Mar. Había que dar dos vueltas, de seis kilómetros cada una, y tres pasos por la línea de meta; el tercero era la llegada a la meta.
Marcus Nielsen, del equipo Orica-Scott, se impuso al sprint en la trigésima edición de la Clásica Ciclista de Almería, que se disputó a lo largo de 190,9 kilómetros entre Almería y Roquetas de Mar, con un tiempo de 4 horas, 31 minutos y 22 segundos.

Magnus Nielsen superó al alemán Rudiger Selig (Bora) y al ciclista belga Jens Debusschere (Lotto-Soudal), después de una carrera marcada por la escapada de tres ciclistas, Berden de Vries (Roompot), Kenneth van Rooy (Sport Vlaanderen) y Timothy Dupont (Veranda’s Willems), que rodaron en solitario durante más de 150 kilómetros, pero por la zona de Almerimar fueron ‘cazados’ por un pelotón que se puso las pilas en los últimos 50 kilómetros antes de la llegada a la meta instalada en Roquetas de Mar.

El final de la prueba se vio afectado por una caída a falta de dos kilómetros en la que se vio involucrado el francés Bryan Coquard (Direct Energie), uno de los grandes favoritos a la victoria final.
El ciclista nórdico del Orica-Scott, de 24 años de edad, añadió por lo tanto su nombre al palmarés de la Clásica Ciclista de Almería, en el que sucede al australiano Leigh Howard (IAM Cycling), ganador en la edición de 2016.

Roquetas de Mar El municipio roquetero estuvo sobresaliente con una organización que volvió a brillar un año más en la llegada de la Clásica de Almería. J. J. Rubí y su equipo volvieron a sacar sobresaliente en la llegada.