El Almería ha cerrado el presupuesto en más de once millones de euros y podemos llorar con un ojo ya que otros se han gastado menos porque no pueden.

No es calderilla lo que vale esta plantilla y debemos de exigirles por lo menos que en 2017 mejoren sus prestaciones y vayan al lugar que corresponde en la tabla a un club de su nivel.

La pasada temporada íbamos primeros en gasto y ahora en la mitad de la tabla. Eso, pero mirando hacia arriba que llevamos tres temporada horribles y esto se debe de acabar.

El Almería que viene será racional como el de hoy ajustando las cuentas. Pero que nadie nos ponga de pobres en la categoría que estamos muy bien en gasto.

Alfonso García ha sabido llevar al club siempre bien en lo económico. Aquí nadie le podrá reprochar nada pero no siempre el gasto te da los resultados esperados.

Desde que tomó el mando en este club le dijo a la afición que lo primero es “que no desaparezca un Almería más por problemas económicos”. Dicho y hecho.

Y otra cosa que dijo y lo cumple es “debemos vivir acorde a nuestras posibilidades con los pies en el suelo y ceñirnos a un presupuesto”. En esto el Almería es una empresa saneada.

Pueden decir que Alfonso sea más cercano o lejado. Que nada tiene que ver con sus antepasados en el cargo. Que guarda sus silencios. Que más da. Yo soy “más raro que un perro verde” me decía Ginés Alonso con toda la razón y aquí estamos.

Alfonso siempre ha tenido el mismo discurso en el Almería y le ha ido bien. Nos ha ido fenomenal. Vivimos la época dorada del fútbol en Almería.

Y recuerden que 11, 5 millones no es calderilla. Hay que exigirle más a los muchachos.