Claves para entender la muerte que ha conmocionado a Almería: todo lo que se sabe del crimen de Antonio Campos
Desde las cámaras de seguridad hasta el coche, los detalles que pueden desentrañar el crimen

Entierro de Antonio Campos.
La investigación sigue su curso. La Policía Judicial de la Guardia Civil mantiene bajo secreto de sumario todo lo relativo a la muerte de Antonio Campos Reyes, el historiador virgitano cuyo cuerpo sin vida fue encontrado la madrugada del pasado lunes en la calle Mirasol de la barriada ejidense de San Agustín.
Con múltiples golpes, las manos atadas y encerrado en el maletero de su vehículo. Así encontraron el cuerpo sin vida del hombre de 54 años los agentes de la Guardia Civil desplegados en El Ejido. Fue hace ahora seis días, una semana en la que pocos datos más se han conocido sobre el trágico suceso que ha conmocionado a toda la provincia y una semana en la que se ha detenido, por el momento, a una única persona por su relación con el asesinato.
Un detenido
Un joven de 22 años de origen marroquí y residente en El Ejido, a donde llegó desde Valladolid huyendo por una denuncia de violencia de género, es, hasta este momento, la única persona a la que oficialmente se ha relacionado con el macabro crimen. Pero el hermetismo con el que la Guardia Civil está llevando la investigación y las múltiples apariciones de familiares, amigos y responsables políticos no hacen más que sembrar las dudas en torno a lo que de verdad ocurrió durante las horas en las que Campos estuvo desaparecido hasta que se encontró su cadáver.

Calle Mirasol, donde se halló el cuerpo sin vida de Campos.
El domingo, 28 de septiembre, tenía una cita en Granada para ver a la Virgen de las Angustias. Iba a acudir con varios amigos, entre ellos otro virgitano que fue de los primeros en lanzar la alarma porque su amigo no había llegado. "Era puntual siempre. Si no iba a llegar a su hora, avisaba. Pero ese día no dijo nada, le hablé y no contestó", explicaba días después del crimen el joven.
Y es que 12 horas antes de su cita fue la última vez que alguien tuvo conocimiento de dónde estaba Antonio Campos. Fue en casa de su madre, allí, en el centro de la localidad virgitana, dijo que tenía que salir. Y nunca volvió.
Pasadas las 21:00 horas del sábado 27 de septiembre fue visto por última vez. Conducía su coche, un Volkswagen Passat de color blanco, en una céntrica zona de aparcamientos en Berja. Allí lo grabaron las cámaras de seguridad y fue la última vez que se le vio con vida.
Pocas horas después, su coche ya estaba aparcado en la calle Mirasol de San Agustín, en una calle plagada de cámaras de una industria hortofrutícola donde la madrugada del lunes fue hallado su cadáver. "La noche del sábado el coche estaba aquí aparcado. Era un coche que no conocíamos y pensamos que sería de algún trabajador de la empresa que lo había dejado ahí el fin de semana", explican los vecinos de la calle ejidense, donde residen una veintena de familias y todos se conocen entre ellos.
¿Quién dio el aviso?
Y aquí surge la primera pregunta. ¿Quién avisó de que el coche estaba allí aparcado? Durante toda la jornada del domingo, los familiares y amigos pidieron ayuda para localizar el coche en el que Antonio Campos Reyes fue visto por última vez, pero nadie daba con él. Incluso, durante la noche del 28 de septiembre, sus familiares pidieron ayuda a los medios de comunicación para distribuir los datos del vehículo y una imagen del ya fallecido para intentar dar con su paradero.

La Guardia Civil, tras el hallazgo del cadáver.
Pero la Guardia Civil ya tenía el coche localizado desde unas horas antes. Según pudo saber este periódico, a las 19:00 horas entró una llamada al servicio de Emergencias 112 de Andalucía que avisaba de que había sido localizado el Volkswagen Passat que todo el mundo estaba buscando. Una llamada que, según ha podido saber La Voz, habría sido realizada por alguno de los vecinos de Berja que realizaron numerosas batidas por la comarca del Poniente almeriense en busca de Anotnio Campos Reyes.
Y allí llegó la Guardia Civil, cuyos agentes tuvieron que esperar a que les dieran autorización para abrir el vehículo, que pudo ser abierto, tras forzar el maletero, ya llegada la medianoche.
Ahí estaba el cadáver de Antonio Campos, con varios golpes, uno de ellos especialmente grave en la cabeza; las manos atadas, vestido tal y como fue visto por última vez, con su teléfono móvil en el coche, su reloj... "No fue un robo", detallan fuentes de la investigación.
¿Qué motivó el crimen?
Entonces, la segunda pregunta es ¿Qué motivó el brutal crimen? ¿Qué pasó entre las 21:00 horas del sábado y la madrugada de ese mismo día? ¿Qué llevó al responsable, o responsables, a dar una brutal paliza que acabó con la vida del historiador virgitano? Los interrogantes en torno al crimen se amontonan sin respuestas.

Cámaras de seguridad en la calle donde fue encontrado el cadáver.
La familia de Antonio Campos ha dejado claro en numerosas intervenciones que no existía relación alguna entre ellos o el fallecido con el joven de 22 años y de origen marroquí que, hasta el momento, es el único detenido por el asesinato. Un joven que se negó a declarar ante el juez, pero que, según fuentes de la investigación, sí habría reconocido que, de una u otra forma, tenía relación con el crimen.
¿Pero cuál es esta relación? Según ha podido saber LA VOZ, el joven, residente en El Ejido, habría llegado a la provincia de Almería unos meses atrás desde la provincia de Valladolid. Lo habría hecho, según las mismas fuentes, tras haber recibido una denuncia por violencia de género en tierras castellanas, lo que le llevó a refugiarse en la casa de un familiar suyo en Almería.
¿Cuántos responsables?
Pero aunque oficialmente no ha trascendido información alguna, fuentes cercanas a la investigación explican a La Voz que habría, al menos, un segundo implicado. "En una de las cámaras del Ayuntamiento de El Ejido que graban la entrada y salida del barrio de San Agustín se ve a otro varón que, la noche del sábado, va a una de estas cámaras y la rompe". Así de contundentes se muestran. Un hecho sobre el que también alertaron en distintas intervenciones en los medios desde la familia del fallecido y los responsables políticos.
Y es que, en este sentido, hay que destacar también que Antonio Campos era una persona de casi dos metros de altura y en torno a los 100 kilogramos de peso, lo que lleva a pensar que una sola persona no bastaría para atarlo y golpearlo hasta la muerte y después trasladar su cadáver hasta el maletero del coche.
Pero la realidad es que, por el momento, tan solo hay una persona detenida, que este viernes fue enviada a prisión y se encuentra ya internado en el Centro Penitenciario de Almería - El Acebuche, por su presunta implicación en el asesinato del historiador almeriense.

La familia de Antonio Campos, durante la concentración.
Y más allá de las preguntas y las respuestas en torno al crimen que ha conmocionado a una provincia entera, la figura de Antonio Campos Reyes ha sido recordada con tristeza, pero con orgullo, por todos aquellos que compartieron su vida con él. Un hombre del que, dicen sus familiares y amigos, era ejemplar y no tenía problemas con nadie y que dedicaba su vida a su trabajo de funcionario en el Ayuntamiento de El Ejido; a la Virgen de Gádor, patrona de Berja y por la que sentía una gran devoción, y a su madre, una mujer casi centenaria que, tal y como explicó la familia durante la multitudinaria concentración que se celebró este viernes en la Plaza de la Constitución de Berja, sabe que ha muerto su hijo pero nadie se ha atrevido a contarle cómo.
Y es que los más de 12.000 habitantes de la localidad virgitana y todos aquellos que le conocieron siguen en estado de 'shock' y preguntándose qué pasó en realidad para que alguien le haya puesto fin de una manera tan cruel a una persona tan querida y que fue despedida el pasado martes en un funeral al que acudieron cientos de personas.