Almería en alerta: preocupación por los ataques sexuales a mujeres de un joven en patinete eléctrico
Abordaba a las víctimas por la espalda para tocarlas sin su consentimiento y se daba a la fuga

Las calles estrechas entre la Avenida de Pablo Iglesias y la Plaza de Toros fueron los escenarios de las agresiones.
Calles estrechas del centro de Almería. Mujeres caminando solas o acompañadas por otras. Y en cada caso, el ataque era el mismo: un hombre en patinete eléctrico se acercaba por detrás y les tocaba el trasero antes de huir.
Los hechos empezaron en febrero y se repitieron hasta la primera semana de marzo. Las denuncias, registradas de forma escalonada en la Comisaría de Policía Nacional de Almería, alertaron a los investigadores. Un patrón claro comenzaba a dibujarse: mismo modus operandi, misma zona, mismo perfil de agresor.
El sospechoso, aprovechando la agilidad del patinete, recorría las calles entre la Avenida de Pablo Iglesias y la Plaza de Toros, buscando mujeres desprevenidas. Siempre actuaba por la espalda. Según las descripciones de las víctimas, se trataba de "un hombre de entre 24 y 28 años, de rasgos árabes, con barba perfilada, chándal negro con capucha, pantalón corto y bolso de la marca Nike". El 5 de marzo, tras el último ataque, la policía logró detenerlo, tal como adelantó el periodista Miguel Martín.
Identificado como M.B., el caso avanza ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Almería, que ha decidido tramitarlo por el procedimiento abreviado, acusándolo de presunta agresión sexual. Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, los hechos se califican como un delito de agresión sexual previsto en el artículo 178.1 del Código Penal, que castiga con penas de prisión de uno a cuatro años a quien cometa cualquier acto que atente contra la libertad sexual sin el consentimiento de la víctima.
Además, el caso podría ser considerado como un delito continuado de agresión sexual (artículos 74 y 178.1) y un delito agravado (artículo 178.3), si se determina que la agresión ocurrió con violencia, intimidación o cuando la víctima estuviera anulada en su voluntad.
Cuatro ataques, tres víctimas
El primer ataque ocurrió el 24 de febrero, cuando una mujer caminaba por la Calle Merino, empujando el carrito de su bebé. Al avanzar hacia la Calle Marcos, el agresor se le acercó por detrás, sin que ella lo advirtiera. De manera furtiva, le habría dado una palmada en el trasero y lo agarró antes de huir a gran velocidad, dejando a la víctima paralizada y sin capacidad de reacción.
El siguiente ataque tuvo lugar el 28 de febrero, sobre las 22:30 h, en la Calle Marcos. El agresor repitió el modus operandi: se acercó a una mujer por detrás, la tocó y huyó rápidamente, perdiéndose entre las callejuelas.
El 4 de marzo, en pleno día, la misma mujer del ataque anterior, esta vez acompañada de su hermana, volvió a cruzarse con el agresor. Nuevamente, se acercó por la espalda, tocó el trasero de la mujer y se marchó. La hermana, que vio todo, lo identificó al instante como el mismo hombre de los ataques previos.
El 5 de marzo, alrededor de las 11:15 h, ocurrió el ataque más grave. La víctima, empujando un carrito con su bebé de dos meses y medio, paseaba por la Calle Relámpago. El agresor se le acercó por detrás, le introdujo la mano por la parte trasera del pantalón, agarrándole el glúteo de forma violenta. Luego, comenzó "a palpar su zona vaginal y anal, intentando incluso introducir los dedo"s, según relatan las diligencias policiales. La mujer, incapaz de defenderse, no pudo reaccionar. El forcejeo provocó que el bebé fuera zarandeado, aunque afortunadamente no sufrió daños. El agresor huyó en su patinete, pero fue detenido poco después por la policía.
En dependencias policiales, las víctimas identificaron sin dudar al detenido como el responsable de los ataques al reconocerlo en las fotografías mostradas por la Policía Nacional.
27 años de expulsión en vez de 10 años de prisión
El caso ya ha sido enviado al Ministerio Fiscal y a Leo Marfil, el abogado que representa a una de las víctimas en calidad de acusación particular. A partir de ahora, ambos tienen un plazo de diez días para presentar la acusación, solicitar el archivo del caso o proponer nuevas diligencias antes de que se decida si el caso pasa a juicio.
La Fiscalía tiene previsto solicitar 27 años de expulsión del país, en sustitución de una pena máxima de diez años de prisión.
El encausado, que se encuentra en prisión provisional desde el 6 de marzo y será enjuiciado en un juzgado de lo Penal
Otras agresiones en patinete
El modus operandi del presunto agresor en Almería no es un hecho aislado. En los últimos años, varios casos similares han sido registrados en distintas ciudades de España, donde los agresores se valen de vehículos rápidos y accesibles, como bicicletas o patinetes, para atacar a sus víctimas en calles estrechas.
En 2021, en Barcelona, los Mossos d'Esquadra detuvieron a un hombre de nacionalidad colombiana acusado de una agresión sexual y cuatro abusos entre enero y noviembre. Este individuo atacaba a mujeres por la noche o en la madrugada, cuando se encontraban cerca de sus casas, y huía rápidamente en su patinete o bicicleta tras cometer el delito.
En 2023, en Logroño, un hombre de 21 años, de nacionalidad española, vecino de Navarra, fue arrestado por delitos similares. En agosto de ese año, agredió a dos mujeres, que al parecer, ya contaba con tres antecedentes por hechos parecidos. Según la denuncia, el presunto agresor, montado en su patinete, se acercaba a las víctimas, y ante su rechazo, se abalanzaba sobre ellas para realizarles tocamientos. Al ver que las víctimas comenzaban a gritar, el atacante huía rápidamente en su patinete.