Reconciliación y unidad. El PSOE andaluz comienza este domingo una nueva etapa con María Jesús Montero como secretaria general con el objetivo principal de volver a gobernar la Junta el año que viene.

La jornada inaugural del cónclave regional que se celebra en la localidad granadina de Armilla, al que asisten 37 delegados y 150 invitados almerienses, sirvió para lanzar ese mensaje de reconciliación (la salida de Susana Díaz y la llegada de Juan Espadas tensionó el socialismo andaluz en los últimos años) y una apelación a la unidad a partir del momento de la clausura del congreso al mediodía de este 23 de febrero por el secretario general federal y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La duda

La reconciliación se da por hecha y solo resta conocer la composición de la nueva Ejecutiva Regional del PSOE para que se abra paso a la unidad de la militancia en la federación más importante y numerosa de toda España.

“Si estamos unidos, somos imparables e imbatibles”, trasladó Montero Cuadrado en su saludo inicial a las más de 3.000 personas que se dan cita en el recinto ferial de Armilla (Granada). Lo dijo también delante de testigos como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, los expresidentes de la Junta, Manuel Chaves y Susana Díaz, y los ministros Félix Bolaños, Luis Planas y Diana Morant.

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda es consciente de que le queda tarea por delante para que el PSOE “conquiste” de nuevo el poder en el Palacio de San Telmo (queda poco más de un año para las autonómicas salvo que se adelanten) y para que ello sea posible confía en la “energía” de la militancia andaluza y en recuperar el voto progresista en la comunidad autónoma.

Montero dijo este sábado que ahora se abre “una esperanza para Andalucía” y que su partido está “preparado para gobernar” y que “va a ganar” en las urnas a Juanma Moreno Bonilla (PP). Añadió que éste preside un Gobierno que tiene “las listas de espera más largas de todo el país” y que “gota a gota nos roba la autoestima” a los andaluces.

Otra parte del discurso de la nueva líder del PSOE-A puso el foco en la autonomía y el autogobierno andaluz, “de la que hemos sido arquitectos” durante muchos años para poder contar con “una mejor sanidad, educación y universidad públicas y para que la mujer andaluza ocupara la posición que tiene que ocupar y que no pudieron ocupar nuestras madres y nuestras abuelas”. “Gracias a todos los gobiernos socialistas por tanto esfuerzo y talento que hemos vertido en Andalucía para converger, tener igualdad y disfrutar de unos magníficos servicios públicos”, enfatizó.

En la misma clave autonomista, Montero anunció que el primer presidente del PSOE en la Junta, Rafael Escuredo, será también el primer presidente de honor de la Ejecutiva Regional que se elija este domingo, sin dar ni una sola pista de cómo será el “equipo de la conquista” de la Junta. En la anterior dirección ha habido hasta cuatro almerienses: Pilar Navarro, Loly Cruz, José Luis Amérigo y Mateo Hernández Tristán.

Confrontación

Ya en el cuerpo a cuerpo político con otros partidos, los de derecha y extrema derecha, señaló que “hay mucha gente que no quiere ruido, que no quiere confrontación, que no se apunta a esa Andalucía victimista que presenta el Gobierno del PP andaluz presidido por Juanma Moreno, que no asume sus responsabilidades, no desarrolla su capacidad de autogobierno y no pone al Estatuto de Autonomía como una de las líneas fundamentales para el futuro” y prometió “plantar batalla desde Andalucía a esa ola reaccionaria en todo el mundo”, remarcando ante el auditorio que “socialdemocracia está más viva que nunca y es más necesaria que nunca”.