Otra frase fantasma que hoy recorre el país, utilizada por el gobierno saliente y entrante, es que los españoles hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades. Probablemente es cierta si la miramos desde una perspectiva meramente economicista, no así desde la responsabilidad social. Lo menos que debe exigírsele a un político que hace uso de esta muletilla furgón para salir del paso es que haga distinciones y aclare al menos el sentido de lo que quiere decir. No todos los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Conozco un sin fin de ellos que se ajustaron a su sueldo (los que lo tenían, claro); de los parados no hablo porque estos malviven en las antípodas periféricas , zahurdas de Plutón, que diría Quevedo. Decir por encima de nuestras posibilidades esconde una mala leche increíble porque va encaminada a hacernos pagar las consecuencias de la crisis a todos por igual. He aquí la base de mi denuncia. En los tiempos del gran ladrillo las escuelas de negocios, oficinas de marketing, inmobiliarias en definitiva, nos convencían de que era un atraso vivir de alquiler, por el mismo precio nos hacíamos de un hotelito cerca de la playa con jardin aéreo y plaza de garaje. Muchas familias cayeron en la trampa y se endeudaron para toda la vida ya que ahora no pagan el préstamo ni devolviendo la casa. Estos si que puede decirse que han vivido por encima de sus posibilidades, pero ya se ve para qué les ha servido, para enriquecer a los constructores y demás políticos urbanizadores que se han cargado el litoral a fuerza de sacarle todo el rendimiento salvaje a la libertina ley del suelo. Al resto de los españoles, clase media para abajo, parece una infamia castigarles diciendo que han vivido por encima de sus posibilidades. Ahora bien, ¿qué debemos de pensar de los ejecutivos y cajas de ahorros que se pusieron un sueldo de campo a a través, con muchos millones para sus jubilación vacaciones de lujo y han acabado arruinando el Tesoro ¿ A esta gente no tocármela parece que dijera el PP, son la salida de la crisis, por algo Rajoy fue la primera que llamó a su despacho para pedirle soluciones, a todos los demás recortes y sacrificios sin cuento por haber vivido con demasiado lujo oriental, quiero decir con ropa de los chinos.