Mandos militares encabezados por general jefe de la Brigada de la Legión (Brileg), Juan Jesús Martín Cabrero,  participaron la mañana del pasado viernes en un acto de homenaje a los soldados caídos en combate. El páter Francisco Ruiz Martínez dedicó una oración a los difuntos en el Cementerio Militar, una pequeña parcela del Cementerio de San José  y Santa Ana (Almería) reservado a combatientes fallecidos desde principios del siglo pasado.

Tras el responso, dos damas legionarias depositaron una corona de laurel en el monolito a los caídos en señal de respeto y recuerdo a quienes recibieron sepultura en este lugar del camposanto. Posteriormente, el cornetín interpretó el protocolario Toque de Oración. “Es de bien nacidos ser agradecidos; ellos dieron todo lo que tenían por nuestra patria y son el espejo donde mirarnos cada día”, señaló el general jefe en unas breves palabras dedicadas a los asistentes.

El homenaje a los caídos es obligado en todos los actos militares. Además, cada año la Brileg realiza un recuerdo  a los difuntos en el Cementerio de San José en vísperas del 1 de noviembre. Allí se conserva una pequeña parcela para los soldados, austera, aunque limpia y perfectamente mantenida por los propios legionarios.