Un informe pide limpiar el Andarax para poder acabar con los mosquitos
Los tratamientos plaguicidas no dan resultado desde 2010 por las aguas residuales estancadas

Vertidos en el río Andarax a la altura de El Puche
Almería no puede acabar con los mosquitos. Al menos esa es la sensación que tienen los ciudadanos después de que en los últimos años el río Andarax se haya convertido en un criadero magnífico para estos insectos.
La situación de estancamiento de las aguas residuales procedentes del Bajo Andarax en el cauce del río, la falta de lluvia y la presencia de maleza en él, provocan que este espacio sea un lugar idóneo para que los mosquitos se reproduzcan, convirtiéndose en un auténtico problema para los barrios más cercanos que sufren la plaga en épocas de buen tiempo y por ende, un problema para la ciudad.
La preocupación ante la posibilidad de que en cuanto suban las temperaturas la presencia de mosquitos en la zona vuelva a convertirse en una plaga se refleja en un informe realizado por los técnicos municipales que advierten de que a pesar de que desde el año 2010 se ha estado trabajando en la zona con “inhibidores de crecimiento con objeto de cortar el ciclo en el estadio larvarios y evitar la reposición de la población adulta”, y de haber utilizado también “insecticidas adulticidas”, la situación ha sido imposible controlarla.
Y es que tal y como consta en este documento, “la presencia del estancamiento de aguas residuales sin tratar” sirve de “hábitat para la puesta y proliferación de este tipo de insectos”. Con lo que, mientras haya agua, habrá problema.
Competencias
En el informe el técnico municipal se basa en tres normativas para solicitar a la Junta de Andalucía que asuma competencias y que también colabore con el trabajo realizado.
Así explica claramente que “para que los tratamientos sean eficaces” la administración competente en “conservación, recuperación de los ecosistemas hídricos y la programación de las actuaciones de restauración del dominio público hidráulico” la eliminación de “factores que provocan el incremento de la población de mosquitos”.
Así realizan tres peticiones. La primera consiste en “la eliminación o disminución de las aguas estancadas en el cauce del Andarax”. Para ello propone la realización de “una canalización provisional con objeto de que se incremente la velocidad del caudal de las aguas residuales y viertan sobre el mar directamente con la finalidad de evitar la creación de zonas con aguas estancadas que son predilectas para que la mayoría de las especies de mosquitos efectúen la ovoposición”.
Como segunda medida propone la “paralización de vertidos de aguas residuales no tratadas”, y por último, la “eliminación o disminución de la capa vegetal existente en el río Andarax” sobre todo “aquellas especies vegetales que propicien la reproducción y hábitat de las diferentes especies de mosquitos”.
Preocupa el Zika
Lo cierto es que la problemática existente en Almería con las aguas residuales estancadas en el Andarax preocupa y mucho por la presencia de varias especies de mosquitos considerados más peligrosos.
Por un lado está la ya más que asentada especie de mosquito tigre que lleva casi una década entre nosotros y que sin duda genera picaduras muy dolorosas, puede transmitir enfermedades y se está estudiando la posibilidad de que pueda trasmitir el virus Zika.
Precisamente, hace poco desde Sanidad Exterior explicaban que España está esperando la llegada de los mosquitos que pueden trasmitir esta enfermedad, el Aedes aegypti. Ya se están tomando medidas preventivas, y precisamente en esta linea se encuentra la petición que realiza el informe municipal.
Eso sí, sin alarmismos porque de momento no se ha comprobado la presencia de este tipo de mosquitos en nuestro país, aunque sí que se aboga por tener precaución.
El Bobar
Lo cierto es que la ampliación de la depuradora de El Bobar y con ella, la conexión de los siete municipios del Bajo Andarax para que puedan limpiar sus aguas residuales, es sin duda la solución definitiva a este problema pero su retraso, estaba previsto que entre diciembre y enero estuviera acabada, y arranca marzo aún sin terminar, pone otra vez en la picota la situación del río.
Además, aunque se conectaran las aguas en un breve plazo, la ausencia de lluvias importantes como para limpiar el cauce, y la presencia de maleza en el mismo que impide que también se vaya la misma, puede provocar que la llegada de las altas temperaturas pillen el río aún en plenas condiciones para ser un criadero de mosquitos.
Habrá que esperar para ver si se toman medidas.