La Voz de Almeria

Almería

Las alergias se han adelantado y ya no son estacionales

En apenas una década los alérgicos al ciprés han pasado del 8 al 38% en la provincia de Almería

El alergólogo Juan José Zapata en su consulta médica.

El alergólogo Juan José Zapata en su consulta médica.

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Los alérgicos a cipreses y otras plantas cupreáceas que acostumbraban a sufrir a partir de marzo una mayor sensibilidad a estos pólenes llevan semanas con picor de ojos y nariz y otras molestias propias de primavera almeriense. La causa: “Las alergias de invierno van un mes por delante de lo que hasta ahora era habitual”.
El alergólogo almeriense Juan José Zapata no lo dice sólo porque son más los pacientes que llegan a consulta con estos síntomas, sino que se basa en datos objetivos. Si el año pasado, los captadores de pólenes no habían registrado la presencia de cipreses o cupreáceas (los setos cortavientos lo son) a fecha 1 de febrero. Este año, esos mismo captadores han registrado este mes un importante pico de polen. “Un pico que no se daba hasta marzo”, asegura.


Esta situación, que conlleva varias semanas en las que los pacientes alérgicos llegan a la consulta con importantes cuadros de rinoconjuntivitis, se ve agravada por el hecho de que, desde hace  unos años, el número de alérgicos a este tipo de pólenes se ha multiplicado en la provincia de Almería.


Más alérgicos al ciprés Otra vez son los datos los que dan pie a esta afirmación. Una tesis doctoral estudió el número de pacientes que, alérgicos a los pólenes, lo fueran a las cupreáceas en Almería. Del total de alérgicos, el estudio, que se realizó entre 1999 y 2001, comprobó que un 8% lo eran también a este tipo de pólenes. Zapata repitió este mismo estudio entre 2010 y 2013. El 38% de los pacientes sensibles a pólenes ya lo eran también al ciprés.


Entre las razones para este incremento de pacientes sensibles a estos pólenes en apenas una década, el alergólogo Juan José Zapata señala el aumento de plantaciones de setos cortavientos en muchas casas unifamiliares y a la instalación de cipreses en jardines de la ciudad. De hecho, los captadores oficiales de pólenes (los que están ubicados en el centro de la capital) no registran una presencia tan grande de ciprés como sí lo hacen los que están en zonas residenciales. “Hay por tanto una mayor sensibilidad entre quienes viven en zonas con mayor presencia de chalés y casas unifamiliares”, explica.


Qué pasará en primavera Y si las alergias de invierno van adelantadas, “¿qué pasará en primavera?”, se pregunta Zapata. “Se puede pensar que como ha llovido menos, habrá menos alergias, pero esto no es del todo cierto”, avanza. Muchas de las plantas (por ejemplo olivos) que producen alergias son de regadío y no dependen de la lluvia, sino que son regadas por los servicios de jardinería. Otras, como la salsola, son plantas de desierto, así que la falta de lluvia tampoco les afectará.


Conviene, en cualquier caso estar preparados, porque la falta de lluvias, la gran humedad que hay en el ambiente y unas temperaturas elevadas, pueden estresar a las plantas que, a su vez, expresan sustancias más alérgicas.


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