A los ocho años comenzó en el Conservatorio de Música a estudiar saxofón, según su madre, “siempre ha tenido vocación para ello y por eso lo apuntamos”. Ha pasado cuatro años compatibilizando estudios de música con el colegio y ahora que tiene doce años y que ha superado los cuatro cursos de enseñanza básica y ha aprobado el examen para cursar enseñanza profesional, la Consejería de Educación le ha negado el derecho de seguir formándose en su pasión, la música.

Su nombre es Ángel Méndez, tiene doce años y es uno de los 34 alumnos que no ha obtenido plaza para poder estudiar enseñanza profesional en el conservatorio. Todos aprobaron sus exámenes, requisito indispensable para poder seguir estudiando, pero la Junta de Andalucía sólo ha concedido unas plazas limitadas y Ángel junto con los otros 33 niños, se han quedado a las puertas.

Futuro

Su madre, Rosario Lores explicó a LA VOZ que el niño “ama y vive la música, algo que puede ser su futuro y que entre llantos el niño no entiende que es lo que ocurre”.

Según los padres, la teoría es muy clara, si apruebas el examen puedes acceder a la enseñanza profesional. La práctica es bien distinta. Por ello, alumnos y padres siguen luchando por su futuro y ayer por la mañana, alrededor de las 10.15 horas se concentraron en la delegación territorial de Educación para realizar un concierto como protesta por los alumnos que se han quedado sin plaza.

Desde que se conoció la resolución de las plazas, los padres no han frenado en su labor de defender a sus hijos en los que consideran una injusticia. Afirman que seguirán luchando hasta encontrar alguna solución a lo que parece que se va a alargar en el tiempo ya que desde el gobierno andaluz no se ha mencionado sobre el asunto, por más que los damnificados exijan una explicación.

Desde que el pasado día 17 saliera la adjudicación de las plazas los alumnos se quedaran fuera, los padres se movilizaron por ‘wasap’ y seguirán concentrándose por sus hijos. La próxima cita, el jueves día 3.

Solución

La medida que el conservatorio ha tenido que proponer a los padres es pactar verbalmente el suspenso de sus hijos, aún habiendo aprobado, para que éstos no se queden sin plaza el año que viene y así poder presentarse a la misma prueba de nuevo. Muchos padres han optado por esta opción, pero muchos otros se niegan a tal proposición porque consideran que sus hijos tienen el derecho a poder seguir formándose.

Es el caso de Rafael Hernández, padre de Ángel Hernández, otro de los alumnos afectados que ha estudiado clarinete y que, tras aprobar el examen de acceso, también se ha quedado sin plaza. Su padre considera que como a todos los demás , deben de aceptarle la plaza y por ello no ha pactado nada con el conservatorio.
Además hicieron entrega de casi dos mil firmas para exigir que los aprobados puedan cursar con normalidad los estudios que les corresponden.