El coste de cultivo de una hectárea de invernadero es de casi 57.000 €
En el último año la electricidad, plásticos, agua y plásticos son los costes que más han subido

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Mientras los precios de los principales productos hortofrutícolas se han mantenido más o menos estables en los últimos años, aunque con variaciones anuales hacia arriba o hacia abajo, lo que no ha dejado de subir han sido los costes que los agricultores tienen que soportar para poner en explotación sus invernaderos.
Según el último informe sobre el sector elaborado por Cajamar, poner un invernadero en cultivo tiene un coste fijo para el productor que se acerca a los 57.000 euros por hectárea. Ese último año no ha sido, sin embargo, especialmente negativo ya que el incremento de los costes de campaña se ha situado en un 0,5 por ciento.
Lo que más sube El capítulo que ha sufrido un mayor incremento de precio ha sido el de la energía, que ha visto incrementar el coste en un 3,7 por ciento de la mano de las subidas de las tarifas. En general los productos energéticos o los derivados del petróleo son los que meyores incrementos presentan, como en el caso de los plásticos, que volvían a subir en torno al tres por ciento, o el transporte, arrastrado por los precios de los carburantes.
Otros elementos que han tirado del coste anual del cultivo hacia arriba han sido las semillas, con un incremento del 2 por ciento, y el agua de riego, que lo hizo en torno a un uno por ciento.
Lo que más baja En el otro plato de la balanza de los costes destaca el fuerte descenso en los precios de los medios destinados al control biológico de las plagas, un 2,8 por ciento menos que el año anterior, debido a una mayor competencia entre empresas especializadas y la generalización de su utilización.
La mano de obra también subía en la última campaña, pero de una forma moderada ya que según los datos del propio sector ese incremento se quedaba en el 0,3 por ciento, quedando fijado en 22.812 euros por hectárea.
El cálculo final realizado por los técnicos de Cajamar indica que la mayor parte de esos costes corresponden a gastos corrientes, que incluyen mano de obra, semillas, agua, fertilizantes, fitosanitarios, energía, transporte o comunicaciones, conceptos que suman 43,393 euros por hectárea.
En cuanto a los gastos de amortización, recoge conceptos como los sustratos y enarenados, las estructuras de invernadero,, los plásticos, los sistemas de riego o las balsas de riego, gastos que se realizan con carácter plurianual y que representan por hectárea 13,546 euros.
Costes financieros Uno de los apartados en el que no se ha producido variación alguna de una campaña para otra es en los costes financieros que soportan los agricultores almerienses, en total 1.906 euros por hectárea. Incluso se registra un ligero descenso con respecto al ejercicio de 2011, cuando esos costes fueron de 1.930 euros.
Este dato ha permitido que tampoco se muevan los que se derivan de los gastos de amortización, todos ellos invariables en las dos últimas campaña, salvo en el caso del plástico, que experimenta un incremento del 3,1 por ciento de un año para otro. Ese coste pasó de los 3,265 euros por hectárea en la campaña 2010/2011 a los 3.431 euros de la campaña 2012/2013.
Cajamar advierte en su informe que la coyuntura actual hace pensar que la estabilización de costes es transitoria y que cabe esperar un repunte en próximos años.