En los trayectos diarios que cruzan Almería, los autobuses urbanos de Surbús no solo conectan barrios, personas y rutinas. Gestionado por ALSA, el servicio urbano de la ciudad se ha consolidado como una herramienta clave para reducir la huella de carbono y avanzar hacia una movilidad más limpia y eficiente.

El compromiso medioambiental se concreta también en la renovación progresiva de la flota, con la incorporación continua de vehículos híbridos de última generación. 

En la actualidad, Almería cuenta con una de las proporciones más altas de autobuses ecológicos en circulación dentro del contexto andaluz, lo que reduce las emisiones de CO₂ y los niveles de partículas contaminantes.

A nivel operativo, Surbús mantiene activas 16 líneas durante todo el año, conectando de forma eficiente la capital almeriense de norte a sur y de poniente a levante. Esta estructura permite que miles de desplazamientos diarios se realicen de forma ordenada, segura y con un impacto mucho menor que si se hicieran en vehículos particulares.

Un beneficio para todos

Y es que, precisamente, uno de los beneficios más inmediatos del uso del bus es la reducción del tráfico rodado. Menos coches circulando implica menos atascos, menos estrés y, sobre todo, menos emisiones acumuladas en el aire que respiramos.

Es una mejora silenciosa, pero constante, en la salud pública y en la habitabilidad de la ciudad y que, con las obras que actualmente se extienden por la ciudad ayuda, especialmente a descongestionar el tráfico.

Un ejemplo del compromiso de los almerienses con el transporte público se ha visto en la pasada feria, donde se ha experimentado un aumento de usuarios del 5% respecto al año anterior y el mejor dato histórico alcanzado.

Porque hoy, más que nunca, el bus no es solo un medio de transporte. Es una elección responsable y una apuesta por el futuro del planeta y nuestra ciudad.