La reventa de entradas de casetas, el negocio de los jóvenes en Feria: "40 € y repartimos las copas"
Cada año se crean grupos de WhatsApp con cientos de almerienses dispuestos a participar en las reventas

Vista general del recinto ferial de la capital
El Recinto Ferial enciende sus luces. Los 'cacharricos' comienzan a moverse y el bullicio de los almerienses con ganas de fiesta empieza a entrar en masa por la explanada dedicada a la Feria de la noche. El ocio nocturno de los más jóvenes, uno de los protagonistas más visibles de cada velada.
Desde hace años, algunas casetas juveniles instaladas en el Recinto Ferial de la Vega de Acá requieren una entrada. Las hay de todos los precios, 15, 20 e incluso 25 euros por solo una noche. Otras, no obstante, son gratuitas. Pagar 15 o 20 euros todos los días para salir solo porque sea Feria puede complicarse para muchos bolsillos y, para abaratar costes e incentivar la asistencia, las casetas incluyeron hace años un tipo de entrada ya existente en otro tipo de eventos: las pulseras.
Estas pulseras son el objeto más codiciado entre los jóvenes. Tener una de ellas, al igual que en un festival, permite la entrada al recinto en cualquier momento, lo que significa algo muy importante: vía libre a todas horas.
Grupos de reventa de entradas de la Feria de Almería
El concepto de las pulseras, poco a poco, se ha ido complicando y retorciendo más; algunas descuentan los días con más afluencia; otras solo te dejan entrar hasta una hora determinada; y un largo etcétera. El precio de estas entradas permanentes puede oscilar entre los 20 euros -las más baratas- y los 60. Eso sí, siempre hay que leer la letra pequeña y saber bien qué incluye lo que estás comprando.
A raíz de esta transformación en el ocio nocturno de la Feria de Almería han surgido sutiles y pícaras estrategias para ahorrarse algunos euros o, en ciertos casos, ganárselos. La reventa de entradas y pulseras, es una de ellas. Comienza la Feria y, de inmediato, las redes se inundan de anuncios de compra/venta de pulseras y entradas. Es el momento.
"Vendo entrada por 15 euros con dos consumiciones", "vendo pulsera, precio negociable" o "¿Alguien tiene algún truco para quitarse la pulsera?" son algunos de los mensajes más habituales en grupos que son creados con la vista puesta en revender entradas. En WhatsApp, ya existen grupos dedicados exclusivamente para la Feria de Almería de este año, y tienen más de 350 integrantes pendientes de lo que sucede con las entradas de las casetas. Mientras tanto, los que no entran en estos grupos anuncian la intención de venta o de compra sin tapujos en sus redes sociales en busca del comprador/vendedor perfecto.

Recurso del Recinto Ferial
La mayoría de vendedores no lo hacen en busca de un rédito económico, lo hacen porque no podrán asistir finalmente y no quieren perder el dinero que pagaron. Otros, intentan sacar tajada de la reventa como si se tratase de un negocio.
Una necesidad desesperada de Feria
El perfil del comprador es esencial para conocer el negocio. La mayoría son jóvenes a los que se les ha presentado inesperadamente la necesidad de asistir a la Feria y, en su momento, no adquirieron la entrada. La desesperación puede hacerles pagar precios disparados por algo que no vale ese importe.
En estos chats de reventa se intercambian mensajes en busca de un acuerdo interesante para ambas partes. "¿Cuánto ofreces?", anuncian. "30 euros", contestan. "A mí me costó 40 euros", replica el vendedor. "40 euros y nos repartimos las consumiciones", finaliza la conversación. Un acuerdo rápido y sencillo, por cierto, de una conversación real a la que ha tenido acceso este medio, que en la noche del Recinto Ferial se resuelve a las espaldas de los seguratas y dirigentes de las casetas que, por supuesto, desconocen todo lo que está pasando -aunque lo intuyen-.

Recurso del Recinto Ferial.
Lo de la reventa de entradas no es nuevo en el mundo de las casetas. Viene del ocio musical y los conciertos, donde la técnica está más que perfeccionada con aplicaciones, foros y grupos que lo hacen todo mucho más sencillo. Pero lo curioso está en el intercambio de pulseras.
El intercambio de pulseras, toda una ciencia
La reventa de entradas es sencilla. No son nominales, por lo que transferirla a otra persona no conlleva ninguna complicación. Distinto es el caso de las pulseras que, tampoco son nominales, pero van atadas a la muñeca con enganches especiales durante todos los días de Feria como forma de asegurarse que la única persona que sacará provecho es la primera que se la pone. Es, en definitiva, el mismo sistema que en festivales.
Pues bien, los jóvenes han desarrollado técnicas y maneras de, con bolsas de plástico o giros de la cuerda que compone la pulsera, sacarla de la muñeca para poder dársela a algún compañero. El sistema es, entonces, redondo: compran pulseras 'a pachas' para durante la Feria turnarla o, bien, venderla por un precio mayor al que la compraron.
Estas pulseras, además de permitir la entrada al recinto, están cargadas con consumiciones que pueden repartirse a lo largo de la Feria. El promedio está en unas 5 consumiciones para toda la Feria, algo que sus propietarios conocen y de lo que también intentan sacar provecho.
Todo este entramado de reventa de entradas y pulseras no es nuevo. Tampoco desconocido. Los propietarios saben perfectamente lo que se cuece en estos grupos y lo permiten hasta cierto punto. Al final, no deja de ser un negocio a costa de otro negocio aún mayor que se lucra y aprovecha cada año de los jóvenes en Feria.