Una fachada con grandes ventanales. Los ventanales tapados por finas cortinas que hacen que al interior sólo entre la luz de sol necesaria para crear un entorno acogedor. Dentro del pub, las paredes y suelos de madera, decorados con lujosas alfombras, se tiñen de colores rojizos gracias a las lámparas que mantienen un ambiente romántico, algo oscuro y discreto, digno de los clubs de jazz parisinos de las décadas de los 20 y 30. 

El sonido de una caja registradora francesa, de principios del siglo pasado, se mezcla con las melodías de la banda de jazz y de la cantante que interpretan clásicos del género. La clientela se reparte entre las cabinas compuestas por sillones de cuero y los taburetes de la barra, también de madera, en la que las botellas de licor reflejan las luces del local, haciéndolas iluminar. El famoso piano del Port, por el que tantos artistas han pasado dejando las huellas de su talento sobre las teclas, compone el pequeño escenario que le da vida al negocio. Y la decoración con influencia francesa y española, con un grifo de cerveza de porcelana, un gramófono, cuadros colgados en las paredes y las típicas lámparas de mesa francesas con flecos, componen un pub que trajo, en 1980, la influencia parisina a Almería: el Port of Spain.

Una historia que comienza con una demanda

Christian Salas era un hostelero parisino de padres españoles que veraneaba en Aguamarga, enamorado del mar y la pesca submarina, eligión un tranquilo pueblo pescador como este para pasar sus vacaciones con amigos y familiares. Es en 1977 cuando empieza a formular la idea de montar un pub en Almería, inspirado en uno de París. Haciendo un estudio de planos y construcciones, su sueño empezaba a hacerse realidad. Pero a final de 1978, su esperado sueño tambaleó cuando, después de pagar grandes cantidades de dinero para materiales que los profesionales de obra tenían que comprar, se entera de que dichos materiales no se han comprado. De este modo, tuvo que demandar a los trabajadores y esto retrasó la construcción del local.

Al final, despues de un acuerdo de los abogados de ambas partes, por fin pudo empezar la construcción del que sería el Port of Spain. Hasta que, el 28 de febrero de 1980 a las 20:00, en el número 20 del Parque Nicolás Salmerón, el local abrió sus puertas a todos los almerienses. Con Christian como regente, junto a su madre y su tía, el Port, como la gente empezó a llamar el pub, ofrecía a sus clientes una carta con mucha influencia parisina. Destacaban en sus productos estrella, sus patés, sus tartas de manzana o de limón y sus sorbetes de frutas, todo elaborado por la madre y la tía. En cuanto a bebidas, contaban con una amplia carta de té y de whisky.

Con el tiempo, se fue consolidando en el pub una clientela fija y predilecta. Destaca el propio Port of Spain en su página web nombres como Miguel Saavedra, Patricia, Fina, Kiros, etc. También destacan a grandes músicos que encontraron allí su sitio durante más de 20 años, como la cantante Patricia Rodríguez. Lo que no es secreto, es que este pub fue un referente para artistas, habiendo pasado por sus instalaciones personalidades como Jose Angel Valente , Muñoz Molina, Camarón, José Mercé o Tomatito.

La caída y el resurgir del Port

El Port of Spain duró más de dos décadas siendo un icono de la vida nocturna de la ciudad de Almería, templo de la música y los artistas. Pero fue a partir de la celebración de su 25º aniversario de apertura, que los cimientos emocionales del negocio empezaron a tambalearse. El aniversario se celebró en 2005. Dos años antes, en 2003, había fallecido la tía de Christian, lo cual supuso un duro golpe. El mismo año en el que el Port cumplía 25 años, su dueño y fundador empezó a tratarse de una enfermedad pulmonar, que hacía que su salud fuese empeorando cada vez más. Pero no fue hasta 2006, cuando fallece la madre, que Christian decide cerrar definitivamente las puertas del Port of Spain. Christian fallecería por su enfermedad unos años más tarde, en 2011. 

Cerró un icono de la ciudad. Un trozo de París en Almería. Y no sería hasta más de 15 años después, que volvería a la vida. Y es que en 2022, Pablo Mazuecos quiso traer, junto a la ayuda de sus socios de Classijazz, de nuevo la esencia que tenía el pub en los 80. Empezó así la rehabilitación del pub, mejorando su fachada e interior. A él se le sumaron muchas personas que recordaban con cariño el Port, felices por poder volver a verlo brillar. "Todo comienza con ese sentimiento de querer hacer feliz a muchas personas y amigos que añoraban la etapa en la que Christian Salas creó el Port Of Spain allá por el 28 de Febrero de 1980", cuenta Pablo en la página del Port of Spain.

45 años después de la apertura del Port, un icono que después de 25 años cayó, actualmente está recuperando su brillo. Con multitud de actividades, conciertos de jazz o rock, 'jam sessions' o incluso 'dj sets', el nuevo port sigue teniendo la esencia del antiguo, la esencia del París de aquellos años del 'boom' de los clubs de jazz. Una esencia iluminada por esas tenues luces que lo decoran, con una fachada blanca que disimula todo el color del interior. Y, sus ventanas, por las que tantos viandantes se habrán asomado y deleitado por lo que habrán visto en su interior, decidiéndose pasar y transportarse a otra época y a otro país.