Bajo un sol de justicia y, gracias a Dios, una leve brisa, llegaban la prensa, autoridades y miembros del equipo de trabajo al arco que marca el inicio del túnel por el que discurrirá el AVE en el municipio de Viator.

A pesar de que es la segunda vez que la que firma visitaba la obra, lo cierto es que fue en esta visita cuando descubrí allí, en alto, a la izquierda y protegida por un metacrilato, una escultura de mujer con espada, cáliz y torre. Se trataba de una imagen de Santa Bárbara, me explicó un técnico de los trabajos, quien añadió: “es la patrona de los mineros” y entonces todo cobró sentido. Y es que ese túnel, que tiene cerca de un kilómetro de largo, en el que se trabaja en tres turnos 24/7, se realiza a través del método belga o de mina, es decir, aquí no hay más maquinaria que las manos, la inteligencia, la experiencia y el corazón de las 60 personas de diferentes nacionalidades que han ido excavando poco a poco lo que ahora es parte de la infraestructura más moderna que recorre España: la alta velocidad.

Huyendo del calor y sabiéndonos protegidos, todos nos agolpamos en los primeros metros del túnel. Abanicos, charlas y botellas de agua nos permitieron ir haciendo tiempo hasta que casi a las 16.30 horas hiciera su llegada el ministro de Transportes, Óscar Puente.

En la que es su cuarta visita a Almería en 19 meses, le acompañaba el delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; el subdelegado de Gobierno, José María Martín; la delegada de Fomento de la Junta de Andalucía, Dolores Martínez; el alcalde de Viator, Manuel Flores; y un importe número de cargos socialistas como el senador Antonio Martínez, los diputados Juan Antonio Lorenzo e Inés Plaza, una representación del Grupo Municipal de la capital encabezada por la portavoz, Fátima Herrera. Había que hacer piña y que se notara ‘el calor’ al Gobierno de Sánchez. Fue recibido con una fila de saludo, como es costumbre, y tras colocarse casco y chaleco arrancó la visita.

Del paseo triunfal por el interior del túnel no hay mucho que contar. El de regreso fue mucho más entretenido con José Carlos Tejada, portavoz de la Mesa del Tren, insistiendo en las necesidades de la provincia al oído del ministro.

Pero es que los protagonistas de ayer no fueron los políticos -por una vez y gracias-, lo fueron esos 60 trabajadores que han dedicado más de un año a conseguir uno de los hitos claves: el cale, es decir, el momento en el que el túnel, cuya obra se inicia en ambos extremos a la vez, se unen en el centro. Dio Óscar Puente la orden y comenzó a asomar un pico que, acompañado de aplausos, abrió una puerta que conectará ambos lados para siempre.

De allí, bandera española y viatoreña en mano, bajaron los trabajadores del turno emocionados. Hubo abrazos con los técnicos que estaban al otro lado. Vítores que se seguían escuchando mientras, tras la foto de familia de rigor, prensa y ministro nos marchábamos. Era su día, era su momento.