Hace diez días que, según el primer cronograma de las obras del Paseo de Almería, deberían haber culminado la primera fase de los trabajos. Es decir, tendría que estar todo listo hasta la calle Navarro Rodrigo. La realidad es que, en este momento, la colocación de adoquines no ha cubierto ni el primer tercio del tramo previsto y esto, junto a las noticias que hablan de solapar las obras de esta primera fase con la segunda, tiene a los comerciantes y a los hosteleros en pie de guerra.

“No estamos indignados, estamos ya asfixiados”. Así de rotundo se muestra Juan Salvador López, propietario de Joyería Regente, cuyo establecimiento se encuentra justo en mitad del tramo de la primera fase de las obras y que está muy preocupado por la posibilidad de que comiencen otro tajo sin haber terminado aún la zona en la que llevan seis meses “sufriendo”.

“Las condiciones en las que estamos es imposible que puedan seguir abiertos muchos comercios. Algunos hablan de cerrar definitivamente”, explica. “Imagina que llevamos seis meses asfixiados completamente y resulta que van a empezar las otras fases de las obras y nos dicen que a nosotros irán haciendo... a final de año no llegamos, ya lo digo. No hay derecho”, afirma con rotundidad este joyero de solera de la ciudad.

Pérdidas

Es difícil poner cifras a las pérdidas pero los cálculos que realiza este comerciante es que rondan el 50%. “No estamos teniendo ningún tipo de beneficios”. Además, asegura que en su caso la campaña de bonos iniciada por el Ayuntamiento no vale para nada. “Es una tontería, tú por muchos bonos que quieras dar al cliente, cuando no pueden venir al centro porque en mi tienda, por ejemplo, no se pueden ni parar en el escaparate ni pasar hasta el Mercado Central, eso no vale para que vengan”, afirma.

En las redes sociales son varias las ocasiones en las que la Cafetería Coimbra ha manifestado su disconformidad con el ritmo de las obras. De hecho, en los últimos días compartía un vídeo en el que se veía una pala tratando de coger las baldosas, una a una, lo que generaba una importante crítica sobre el tiempo que se invierte en esa labor mientras hay tanto por hacer.

Sea como sea, lo cierto es que el Paseo de Almería en la zona que está en obras se encuentra plagado de paquetes de adoquines en los que se puede leer “sí” o “no” dependiendo de si son adecuados para colocar o pertenecen a esa partida fallida.

Mucho tajo queda por delante. Y es que, ciertamente apenas está todo listo en el primer tercio del tramo mientras que en el resto, aún está todo pendiente. Incluso en la zona de Regente, los laterales que pegan a los comercios no se han levantado para sustituir el granito.

En la parte ya terminada en Puerta Purchena, aún hay desniveles que deben desaparecer conforme evolucione la obra. Lo que sí es cierto es que hay zonas en los que los adoquines ya están manchados de aceite como si alguna máquina hubiera pasado soltando el líquido.

Habrá que esperar para ver finalmente los tiempos y las soluciones que el Ayuntamiento termina de dar a estos comerciantes y hosteleros que miran con temor el tiempo pendiente para que al menos esté totalmente lista una de las fases.