Jacaranda en flor: así es el espectáculo visual más bonito de Almería
El árbol es capaz de absorber cerca de una tonelada de CO2 al año

Árbol de la Jacaranda en floración.
Probablemente la estampa más bonita que se repite en Almería durante el mes de mayo es la Jacaranda en flor, y aunque muchos consideren que es un árbol sucio por ser de hoja caduca, tiene más puntos positivos que negativos a su favor.
Originario de Sudamérica, descubierto en las tierras de Argentina y Brasil allá por el siglo XVI, el árbol fue traído a la Península Ibérica cuyo clima pareció agradarle. Sobre todo el de Almería, lugar donde el árbol nos regala dos floraciones: una en mayo sin hoja y otra ya entrado bien el verano, con hoja.
¿Por qué se dice que las jacarandas son un tesoro natural?
La Jacaranda, además de ser bella y crear auténticas alfombras florales en las calles y plazas en las que crece, es un árbol muy útil. Según ha podido conocer LA VOZ a través de Mar Verdejo, una auténtica apasionada de la Jacaranda, una parte de su tronco se usa para crear una pieza de la guitarra y su fruto, con forma de castañuela, sirve para hacer piezas de joyería.
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Además, es un árbol que da mucha sombra. Muestra de ello, es la calle Doctor Gómez Ulla o el céntrico Parque de Oliveros, donde predominan las flores de ese lila tan característico de la Jacaranda. Tanto otorga la frondosidad de sus copas a las plazas y calles en las que se encuentra que es incluso capaz de rebajar la temperatura hasta 5º centígrados.
Limpiar el aire y dar sombra
Si bien, además de hacer de un gran parasol para la ciudad, la Jacaranda es también su protectora. Este árbol es capaz de absorber cerca de una tonelada de CO2 a lo largo de todo un año. Asimismo, se comporta como una gran captadora de polvo y otro tipo de contaminantes, limpiando así el aire que circula por la ciudad.
También sus raíces tienen una función, y es que frenan la erosión y controlan en flujo del agua en los suelos. "Su presencia por supuesto contribuye a mantener la biodiversidad", dice Mar Verdejo. Por estas razones, en los últimos años se ha ampliado la cantidad de estos árboles en la capital.
Mar Verdejo también se atreve a decir que es un árbol que provee a los almerienses de salud mental. "Es una imagen bella, es una estampa que da calma, su sombra da sosiego... nos hace sentirnos bien", dice la especialista almeriense. Y si, es para tanto, pues incluso en este periódico se le han escrito textos a la Jacaranda con la mano sensible de José Fernández Revuelta.
Como a todo lo bello, a la Jacaranda hay que cuidarla. Al proceder de un clima subtropical, la Jacaranda necesita bastante agua para sobrevivir. De hecho, las que hay en la capital necesitan apoyo de riego.
"Sin ser de aquí, la Jacaranda ya se ha convertido en la seña de identidad de nuestras calles y plazas", concluye la almeriense.