“Apenas nos separan 925 metros del Paseo, pero la brecha de oportunidades es enorme”. Así resume Valentín Solís Rojas, portavoz de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Pavía, el hartazgo de un colectivo que denuncia lo que considera una “insostenible discriminación institucional” por parte del Ayuntamiento de Almería.

Los comerciantes acusan de favorecer sistemáticamente a las zonas más ricas y céntricas de la ciudad con campañas de dinamización comercial dotadas de cientos de miles de euros, mientras barrios como el de Pescadería, con menor renta per cápita y mayor diversidad cultural, siguen esperando inversiones que permitan reactivar su actividad económica.

El ejemplo más sangrante, aseguran, es la campaña municipal “El Paseo, paso a paso”, que ha destinado más de 210.000 euros al corazón comercial del centro con bonos al consumo, aparcamiento gratuito y apoyo institucional. Mientras tanto, en la Plaza de Pavía, histórico mercado y núcleo social del barrio no ha llegado nada.

La reciente implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que restringe el acceso en coche a muchas calles del barrio de Pescadería sin ofrecer alternativas, ha agravado aún más la situación.

Ante esta realidad, la asociación ha decidido llevar su queja al Defensor del Pueblo Europeo. Consideran que la distribución de los fondos europeos, gestionados por el Ayuntamiento, está siendo aplicada de forma injusta y contraria a los principios de equidad que rigen la financiación comunitaria. Exigen una revisión inmediata de la estrategia municipal y una mayor transparencia en la toma de decisiones.

En un manifiesto publicado esta semana, los comerciantes hacen un llamamiento a la ciudadanía, asociaciones vecinales y otros barrios para unirse en la defensa de una “Almería más justa, más equilibrada y más humana”. Porque dicen: “no puede haber ciudad si no hay justicia entre barrios. Y no puede haber cohesión sin igualdad de trato”.