No le ha dado tiempo a la estatua del Sagrado Corazón de Jesús a asimilar que han cambiado su orientación en el cerro de San Cristóbal. Tampoco a notar que su entorno ha sido transformado con una rehabilitación que busca convertir el complejo monumental de la Alcazaba, las murallas de Jayrán y el propio cerro en un espacio de ocio y turismo de primer nivel. No le ha dado tiempo porque, pese a los trabajos de revitalización llevados a cabo, hay quienes parecen no estar de acuerdo con este cambio.

Su visión dista mucho de que sea un mirador privilegiado para el disfrute de almerienses y foráneos: y han preferido darle al espacio otros usos alternativos como vertedero, aparcamiento privado, circuito de motocross improvisado o 'botellódromo'. Ahora, esos dinamizadores no autorizados del Cerro de San Cristóbal, siempre a contracorriente de las acciones llevadas por el Ayuntamiento de Almería y  por su puesto, contra la voluntad de los vecinos que habitan esas calles, han encontrado una nueva forma de sacarle partido al lugar—al menos, en su propio beneficio—: convertir el renovado mirador en su vivero particular de donde obtener plantas y árboles gratis.

Al fin y al cabo, un bello jardín siempre luce bien, y si además se pueden conseguir las plantas por casi nada en un espacio destinado a albergar 6.000 ejemplares, mejor que mejor. Cada Navidad se repite la noticia del saqueo de pascueros, pero en el Cerro de San Cristóbal esta práctica vandálica ha ido un paso más allá. Llevarse una simple planta parece poca cosa cuando el botín puede ser un flamante árbol frutal para decorar el jardín o, más práctico aún, venderlo. El pasado miércoles 5 de febrero, los vecinos del barrio de El Santo/Cerro de San Cristóbal denunciaron la desaparición de seis árboles plantados en el mirador, entre ellos almendros y olivos. Lo que por la mañana parecía ser un paso hacia la creación de un vergel re retoños, por la noche se convirtió en un simple agujero en la tierra, sin rastro alguno de los árboles.

El modus operandi parece funcionar a la perfección: con el cobijo de la madrugada, estas 'brigadas de jardineros' no oficiales se acercan con un vehículo, extraen la pieza y si te he visto, no me acuerdo. Y la fórmula parece dar buen resultado, ya que, tras el robo de los seis árboles, otra higuera desaparecía en menos de 24 horas. Por otro lado, las plantas tapizantes y arbustivas  como rosales o lavandas, también se ven en peligro en este 'buffet libre de plantas'.

La paciencia de muchos vecinos se ha agotado ante esta situación, que les obliga a convivir con destrozos "día tras día" y a restos de preservativos y drogas duras, y demandan dos cosas básicas, "mantenimiento y vigilancia". Como advierten desde la Asociación de Vecinos El Santo/Cerro de San Cristóbal, "como se descuiden, se van a llevar el Cristo". Los residentes lamentan la importante inversión económica que se está realizando en la zona, y que constantemente se ve amenazada por aquellos que no saben convivir en comunidad. Además, destacan el daño que esto causa al turismo, ya que uno de los principales atractivos de la ciudad ofrece una imagen deteriorada para los visitantes.

El Ayuntamiento de Almería, ha movido ficha ante el comportamiento incívico que continúa entorpeciendo el desarrollo de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, decidiendo dar un paso firme. Para frenar el vandalismo que amenaza con echar abajo los esfuerzos de rehabilitación en el Cerro de San Cristóbal, se ha optado por la contratación de un servicio de seguridad privada. El objetivo es claro: evitar los daños y perjuicios durante las noches y madrugadas, cuando la zona parece convertirse en un campo de batalla para los actos vandálicos.

Con esta medida, el Consistorio pretende, por un lado, "garantizar una correcta protección de los bienes existentes", desde el mobiliario urbano hasta las instalaciones eléctricas y la jardinería, y por otro, frenar los "actos de vandalismo que retraigan el uso ciudadano" del renovado mirador. En palabras de los responsables municipales, la vigilancia se concentrará en el "horario más propenso a los actos vandálicos", es decir, de 22:00 a 6:00 horas, lo que supondrá un total de 1.440 horas de seguridad nocturna al mes.

Los vecinos han acogido con alivio la respuesta del Ayuntamiento de Almería al instalar vigilancia nocturna, pero se muestran escépticos, a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. La duda persiste: ¿será esta medida suficiente para disuadir a los vándalos que han tomado el mirador del Cerro de San Cristóbal como si fuera su propio territorio?