“Sin noticias del PGOU”. Así está el Ayuntamiento de Almería, según las propias palabras del concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Miguel Ángel Castellón, quien después de haber entregado el documento sobre las ramblas hace un mes y medio y no haber recibido respuesta alguna les hace tener sospechas sobre la respuesta.

Recuerda el edil popular que la última versión del documento se entregaba en la administración autonómica y en el encuentro “parecía que los técnicos veían con buenos ojos las soluciones que se habían adoptado” y lo que “hace un mes y medio era optimismo, ahora yo me lo tomo como un aviso a navegantes”.

Castellón recordó que la propuesta del Ayuntamiento, trasladada entonces a la Junta, respecto de los dominios públicos hidráulicos, “cumple con todo lo que se nos ha requerido y cumple las exigencias derivadas del modelo urbanístico que recoge la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) y el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Almería (POTAUA)”, y consideraban que era una buena solución.

Cansancio
En este sentido insistió en realizar un llamamiento a la Junta de Andalucía para que “se tome en serio a la ciudad de Almería”, recalcando que “su futuro está ahora mismo hipotecado como consecuencia de no tener un planeamiento urbanístico aprobado y en vigor con el que dar respuesta a muchas de las necesidades que tiene esta ciudad. No podemos aguantar más demoras. Espero que la respuesta sea pronta y positiva. Si hay algún problema y no nos van a aprobar nunca un plan general, que lo digan”, concluyó.

Desde que la Junta de Andalucía tumbara de forma provisional el documento del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y arrancaran las negociaciones entre ambas instituciones para poder solventar sus principales problemas, se ha avanzado poco ya que el mapa de zonas inundables remitido por parte de la Agencia Andaluza del Agua al ente municipal ha bloqueado cualquier avance.

Las ramblas, según los técnicos municipales, se habían multiplicado con respecto a los mapas enviados en otros momentos del proceso, así como se había comunicado la imposibilidad de poder actuar sobre ninguno de esos cauces.

Negociaciones
Arrancaba ahí la negociación entre la administración autonómica y la municipal que se creía prácticamente cerrada con la presentación de una propuesta elaborada rambla a rambla y que trataba de dar soluciones técnicas a estos problemas.

Parecía que se estaba alcanzando un principio de acuerdo pero de momento el silencio no parece presagiar un final ‘feliz’ para los planes municipales.