Un estudio internacional liderado desde Sevilla revela cambios abruptos en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos ante pequeñas variaciones térmicas.

Las montañas, fundamentales para la biodiversidad global y el equilibrio climático del planeta, están en peligro. Así lo evidencia un nuevo estudio. 

El equipo investigador ha llevado a cabo una síntesis global sin precedentes, basada en 4.462 observaciones distribuidas a lo largo de 290 gradientes de altitud en todo el mundo. El objetivo: entender cómo responden la biodiversidad (tanto animal como vegetal) y los servicios ecosistémicos –como la producción vegetal, el carbono del suelo o la fertilidad– a las variaciones locales de temperatura.

Los resultados son contundentes. Cerca de un tercio de los gradientes de altitud analizados experimentan cambios abruptos en múltiples servicios ecosistémicos y de biodiversidad como consecuencia de pequeñas variaciones térmicas. Estos saltos drásticos ocurren al superar ciertos umbrales de temperatura local, lo que compromete la estabilidad y la capacidad de adaptación de estos ecosistemas frente al cambio climático.

Demuestran que incluso ligeros aumentos de temperatura pueden desencadenar cambios negativos importantes en funciones clave del ecosistema, como el almacenamiento de carbono y la fertilidad del suelo, lo que reduce su capacidad para mitigar el cambio climático.

Ante esta evidencia, los investigadores subrayan la urgencia de incorporar la variabilidad climática local en las estrategias de conservación. Solo así será posible proteger los ecosistemas de montaña, espacios especialmente vulnerables pero esenciales para la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad global.

Este conocimiento es clave para promover una gestión sostenible de estos ecosistemas en un contexto de calentamiento global creciente.