¿Cuál es el debate en Europa sobre el futuro de las OPFH?
Se publica el Libro Blanco de la OCM que repasa los veinte años de existencia de este mecanismo y el papel de las OPFH en los objetivos de la agricultura europea

La Asamblea de las Regiones Europeas Productoras de Frutas, Hortalizas y Plantas Ornamentales (AREFLH por sus siglas en inglés) ha publicado el Libro Blanco sobre la OCM en el que se analizan los últimos veinte años de esta organización común mercantil europea. En el documento se expone que las herramientas como las organizaciones de productores (OPs) y sus asociaciones (AOPs) constituyen el elemento central de la estrategia europea para agrupar a los productores agrícolas y ganaderos.
"Las ayudas concedidas a los productores a través de las OP se sitúan en el marco de una programación que tiene en cuenta la demanda del mercado", explica la presidenta de AREFLH, Simona Caselli. Desde la organización recuerdan la evolución de la OCM, que hasta 1997 estuvo basada principalmente en retiradas de mercado de producto como mecanismo de reequilibrio del mercado cuando había demasiada producción. Sin embargo, a partir de ese año se estableció la OCM y con ella una nueva perspectiva de actuación para regular esta industria basada en los siguientes principios:
- Reforzar la orientación hacia el mercado y la competitividad del sector
- Concentrar la oferta para dar una mejor renta a los productores
- Adaptar la producción a las exigencias del mercado y a las demandas de los consumidores
- Mejorar la capacidad de los productores para administrar las crisis
- Desarrollar las prácticas respetuosas del medio ambiente: se consagran al menos 10% de los gastos de cada Programa Operativo a medidas medioambientales
- Incrementar el consumo de frutas y hortalizas por parte de los ciudadanos
Desarrollar la trazabilidad de frutas y hortalizas
De acuerdo con el Libro Blanco de la OCM, ha habido varios éxitos en la evolución de la figura jurídica de las OPs. El porcentaje de ayuda de la financiación europea a los programas operativos de estas organizaciones aumentó del 2% del total de la facturación, mientras que en la actualidad puede llegar hasta el 4,6% del valor de la producción comercializada por las OPs.
Impacto medioambiental
Por lo que se refiere a las medidas medioambientales, la OCM, a partir de su origen, fue precursora de una política agrícola mucho más global que iba a imponerse varios años más tarde: es la primera política agrícola eco-condicionada, y esto a partir de 1997.
Las medidas medioambientales contribuyen a la aplicación de acciones y servicios exigidos por la sociedad civil. concretamente, estas intervenciones ejercen sus efectos sobre el medio ambiente en términos de:
- Reducción del impacto medioambiental por la reducción del consumo de los insumos y/o por la aplicación de métodos alternativos para los procesos de protección de las plantas, los abonos agrícolas, el agua, etc
- Mejora de la calidad de los suelos y reducción de la erosión.
- Mejora de la biodiversidad y de los paisajes.
- Reducción del impacto medioambiental de los residuos.
- Economías de agua y energía.
- Restauración de la calidad de los suelos.
Atomización de la producción
El documento de la organización europea también señala el incremento en el número de organizaciones de productores que ha experimentado la Unión Europea entre los años 2004 y 2015, ya que de 1.547 OPs se han pasado a 1.719 en los últimos años.
España es el país que más número de organizaciones de productores tiene de Europa (585) seguida de Italia (292), Francia (214) y Polonia (142). Sin embargo, las OPs nacionales son las segundas que más gasto hacen en sus programas operativos, con un total de 207'8 millones de euros, por detrás de Italia (228,56m€) y seguidas de Francia (114,11m€).
A pesar de estas cifras, el total de la producción de frutas y hortalizas española no está tan agrupada en torno a las OPFH como se puede pensar en un principio. Los datos ofrecidos por AREFLH revelan que las OPs de Bélgica, Irlanda y Holanda suponen una mayor parte respecto a la producción total de su país que las mismas organizaciones en España, algo que revela que aún se puede mejorar en torno a la concentración empresarial de los productores de frutas y hortalizas nacionales.