Clima mediterráneo, cálido y semiárido, con una población de casi 4.000 habitantes y enclavado en la Sierra de Los Filabres-Tabernas y a más de cuatrocientos metros de altura sobre el nivel del mar. Estas son solo algunas de las peculiaridades de Tabernas, nombrado recientemente como Pueblo Mágico, que se suma así a Enix, Laujar de Andarax, Abrucena y Vícar. Todos ellos en la provincia de Almería. 

El anuncio de esta distinción se conoció hace ahora poco más de un mes por la Iniciativa Pueblos Mágicos, una asociación sin ánimo de lucro que conecta 171 municipios del país. La incorporación fue anunciada el pasado 24 de noviembre tras meses de preparación por parte del Ayuntamiento, liderado por el alcalde José Díaz, quien celebró el logro como “un paso estratégico para posicionar Tabernas como un destino singular dentro del panorama turístico nacional”. 

Dicho reconocimiento llega tras meses de trabajo en los que el Ayuntamiento de este municipio ha reunido documentación, proyectos y recursos para respaldar su candidatura. Dicho esto, con esta incorporación, Tabernas pasa a formar parte de los 22 nuevos municipios que se suman a la red en 2025. Ahí es nada. 

Tabernas, cine del Oeste y un desierto en Europa

Su emblemático desierto, considerado el único propiamente dicho en el continente europeo, ha servido durante décadas como escenario de rodajes internacionales que proyectaron el nombre de Tabernas en todo el mundo. Por su árido paisaje pasaron estrellas internacionales de la talla de Clint Eastwood, Sean Connery o Sophia Loren.

Sin embargo, más allá de su fama cinematográfica, el municipio conserva un casco urbano sereno, marcado por la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y la silueta histórica del castillo que domina el valle. De hecho, sus barrancos, cañones y cárcavas producidas por la erosión y el paso de los años han propiciado que en ocasiones se compare con paisajes lunares o marcianos.

Los propios residentes destacan también la vitalidad de las tradiciones, la gastronomía local —desde el aceite de oliva virgen extra hasta los guisos tradicionales de interior— y la hospitalidad de su gente como elementos que hacen de Tabernas un lugar “mágico” para quienes buscan una experiencia más auténtica y menos convencional.

El castillo de Tabernas: vigía de piedra medieval

En lo alto de un cerro que domina el pueblo de Tabernas y el paisaje áspero que lo rodea, esta fortaleza medieval construida en el siglo XI fue durante siglos una pieza clave en el control del territorio del sureste peninsular por su posición estratégico entre Almería, Murcia y el reino nazarí de Granada. 

Es más, durante la etapa nazarí, el castillo alcanzó su mayor importancia. No se trataba solo de una fortaleza militar, sino también de un enclave político relevante. Fue residencia de Muhammad XIII, “El Zagal”, uno de los últimos reyes nazaríes de Granada. En 1489, el castillo pasó a manos de los Reyes Católicos, un acontecimiento decisivo en la conquista del Reino de Granada. Isabel y Fernando llegaron a alojarse en la fortaleza, desde donde se preparó el avance definitivo hacia la ciudad de Almería.

Pero más allá de de piedra y la historia, el castillo ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la zona. Desde su cima se divisa el pueblo de Tabernas, las sierras que lo rodean y las formas erosionadas del desierto, un paisaje que ha servido de escenario para decenas de películas y que refuerza la sensación de estar ante un lugar fuera del tiempo.