La cima almeriense de nombre sugerente que es una de las más bellas de Andalucía
Desde su cima, a 2.080 metros de altitud, se extiende una panorámica que abarca desde Sierra Nevada al Mediterráneo

Tetica de Bacares.
Almería puede presumir de tener un litoral espectacular, con 200 kilómetros de costa, pero también de pasar de la playa a cimas de 2.000 metros de altitud en apenas una hora.
Entre las montañas de la provincia más reconocidas, están las de Calar Alto y Velefique, y cada vez hay más almerienses que llegan hasta el Chullo, el pico más alto de Almería con sus más de 2.600 metros, situado en el Puerto de la Ragua.
Sin embargo, existe otra cumbre que quizás tiene menos protagonismo, pero que es una de las más reconocibles y queridas del interior almeriense, y que muchos consideran una de las montañas más bellas de toda Andalucía, además de tener un nombre más que sugerente.
Se trata de la Tetica de Bacares. Su peculiar nombre proviene de su forma redondeada, que recuerda a una “tetica” o pezón, y que la hace inconfundible en el horizonte de la sierra de los Filabres.
Desde su cima, a 2.080 metros de altitud, se extiende una panorámica que abarca desde los picos nevados de Sierra Nevada hasta los destellos azules del Mediterráneo.
La Tetica no solo cautiva por su belleza natural o por las rutas de senderismo y ciclismo que la atraviesan. También guarda un valor histórico singular: fue un punto clave en la red geodésica internacional, el lugar desde el que se estableció la conexión entre Europa y África a través de la triangulación geodésica con Marruecos. Desde sus alturas, la ciencia unió continentes mucho antes de que existieran los satélites.
El municipio de Bacares, punto de partida ideal para ascender a la Tetica, merece por sí mismo una visita. Sus calles empinadas y tranquilas conservan el encanto de los pueblos de alta montaña.
Entre sus monumentos más destacados se encuentra el castillo de Bacares, recientemente restaurado. Su origen exacto sigue siendo un misterio (se cree que pudo ser una fortaleza nazarí o incluso anterior), lo que le otorga una atmósfera legendaria. Desde sus murallas se contemplan vistas espectaculares del pueblo, el valle y las montañas que lo rodean.
No menos interesante es la Iglesia Parroquial de Santa María, construida en el siglo XVI. A pesar de su sencillez, es un tesoro arquitectónico y espiritual que se impone con su campanario sobre el paisaje, recordando al visitante que Bacares, aunque pequeño, siempre ha tenido alma de lugar grande.
Además, el entorno ofrece numerosas rutas naturales y miradores, ideales para los amantes del senderismo o quienes simplemente desean respirar aire puro y disfrutar del silencio de la montaña. Cada camino, cada curva y cada piedra parecen contar algo sobre la historia de esta tierra dura y luminosa.