Tíjola será, este domingo, la capital mundial del arte efímero con la celebración de las Fiestas en honor a la Virgen de Fátima, una tradición con más de siete décadas de historia que transforma por completo las calles del municipio. Declarada recientemente Fiesta de Interés Turístico Andaluz, la festividad reúne a vecinos y visitantes en una jornada que combina devoción, cultura, convivencia y arte. Mucho arte.

Desde primera hora, las calles del casco antiguo comenzarán a decorarse con alfombras de serrín, de todos los colores, flores y elementos artísticos realizados por los propios vecinos, en una expresión única de identidad colectiva. A lo largo del día se sucederán actividades musicales, bailes populares y actos religiosos, entre los que destaca la misa y la posterior procesión de la imagen de la Virgen, sobre los mantos efímeros realizados por los vecinos.

Una jornada para el recuerdo

A partir de las 11 de la mañana, las calles empezarán a lucir su pleno esplendor para poder maravillarse de ellas, y del talento de los tijoleños, durante todo el día. A las de las 16:30, se celebrarán bailes folclóricos, y la misa y procesión arrancarán a las 18:00. El programa se completó anoche con una verbena popular en la calle Puntal, y culminará el próximo martes 13 con una misa a las 20:00 horas en la Ermita de San Cayetano.

Durante la presentación institucional esta semana, la diputada provincial Almudena Morales destacó que “la fiesta de la Virgen de Fátima es una de las más bellas de la provincia, un espectáculo de color y fe que demuestra la fuerza de las tradiciones populares en el Almanzora”. Por su parte, el alcalde de Tíjola, José Juan Martínez, recalcó que se trata de “una manifestación cultural que define al pueblo y que se ha transmitido de generación en generación durante más de 70 años”.

Además de su dimensión religiosa, la celebración supone también un atractivo turístico de primer nivel para toda la comarca del Almanzora. El reciente reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Andaluz refuerza ese papel y sitúa a Tíjola en el mapa de los grandes eventos culturales de la provincia. Una fiesta que hay que vivir, al menos, una vez en la vida.