La guerra vuelve a La Alpujarra cinco siglos después: vive un fin de semana histórico
Moriscos y cristianos se reencontrarán en Padules para revivir uno de los momentos más simbólicos de su pasado
Recreación histórica de La Paz de las Alpujarras, en Padules.
El corazón de La Alpujarra almeriense se prepara para viajar varios siglos atrás. Durante los días 10 y 11 de mayo las calles de la localidad de Padules se llenarán de estandartes, sonidos antiguos y aromas de otra época. El pueblo entero se transformará para conmemorar, un año más, la Paz de las Alpujarras: el acuerdo que en 1570 puso fin a la guerra entre moriscos y cristianos.
Así, este fin de semana la música tradicional envolverá a todo aquel que se aventure a adentrarse en sus callejones con olor a leña y pan. Recreaciones históricas, talleres artesanales y desfiles que devolverán la vida al pasado son lo que Padules promete en una conmemoración que los vecinos preparan con esmero y gran detallismo durante gran parte del año.
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Guillermo Mirón
El gran evento de Padules
Todo el pueblo participa en esta recreación histórica que convierte a Padules en un enclave vivo del siglo XVI, para el que decenas de vecinos se enfundan en jubones, capas, ropajes mudéjares y armaduras de la época. Las plazas se llenan de tenderetes y talleres de esgrima, encurtido, herrería, hilado, cetrería o alfarería, reproduciendo con mimo y detalle el ambiente que rodeaba a la localidad en los días de la llamada Reconquista.
La fiesta está concebida para todos los públicos, con actividades pensadas para niños y familias: actividades como el tiro con arco, el juego de la soga o el de la rueda protagonizarán la jornada de los más pequeños.
Incluso la gastronomía local se suma al espíritu de la época: bares y restaurantes del municipio ofrecerán durante el fin de semana platos inspirados en recetas de 1570, tanto cristianas como mudéjares, recuperando sabores de antaño con ingredientes tradicionales y técnicas históricas. Los locales que participan en este sentido son, según destaca el propio Ayuntamiento, la Bodega Barea Granados, el Restaurante Abad, el Restaurante Barroso, el Bar de la Cueva de la Hija de Pepe, y la panadería del pueblo. Para poder comer sin problema en alguno de los establecimientos, el propio alcalde, Antonio Gutiérrez, recomienda reservar.
Recreación histórica de La Paz de las Alpujarras, en Padules.
Programación específica
Durante un fin de semana, Padules se transforma para recrear el campamento de Don Juan de Austria y los acontecimientos ocurridos en 1570 durante la Rebelión de las Alpujarras: "El corazón del evento es el campamento histórico de Dos Palmes Altes, donde se escenifica cómo se instalaban las tropas, con todo lujo de detalles: médicos, soldados, logística…", relata su alcalde.
Desde el Ayuntamiento enumeran la programación específica de ambas jornadas, aunque destacan especialmente tres momentos clave: "El sábado por la mañana se escenificará un acto judicial con la ejecución de tres cristianos, basado en documentos reales del siglo XVI; y por la noche está la gran novedad de este año: una cena decorada con velas y ambientación del siglo XVI, donde Don Juan de Austria presidirá el inicio con un discurso. Aunque no es una cena estrictamente histórica, se plantea como un acto especial con ambientación y teatralización. Es necesario reservar".
Finalmente, el alcalde destaca también el acto principal del domingo por la mañana: la rendición de las tropas moriscas ante Don Juan de Austria, con entrega de armas y banderas. Sobre esta, explica que "no fue una firma de paz, sino una rendición formal, tal y como lo recogió el cronista Ginés Pérez de Hita". Esta escena representa el final de la guerra de la Alpujarra y es el momento culminante de la recreación. Sobre la programación específica, detalla lo siguiente:
Sábado 10 de mayo:
- 10.30 horas: desfile de tropas desde la entrada del pueblo hasta la plaza de la Iglesia, donde serán recibidas por las autoridades. A continuación tendrá lugar una actuación musical del siglo XVI por el grupo Anónimo IV.
- 11.00 horas: apertura de campamento y comienzo de actividades. Entre otras destacan las distintas labores y trabajos de la vida cotidiana del siglo XVI, como cocina, esparto, costura, ordeño de animales, hierbas y aceites curativos, cetrería, tatuajes de las moriscas con henna, etc.; así como ejercicios militares, picas, esgrima, formación y combate con lanza y escudo. A esta hora también comenzarán los juegos moriscos infantiles para los más pequeños.
- 12.00 horas: en los olivos del llano tendrá lugar la conspiración morisca a los tercios mientras estos despreocupadamente beben y juegan.
- 13.00: ejecución de las sentencias que han sido tomadas por el mismo "Juan de Austria" a los tercios capturados en la conspiración morisca.
- 14.00 horas: cierre del campamento.
- 17.30 horas: apertura del campamento y concierto en la Iglesia con el coro "Recantando" de Valencia.
- 18.30 horas: exhibición de vuelos de aves rapaces de la empresa Rancho Majanos Park.
- 19.00: exhibición de esgrima antigua en el polideportivo.
- 19.30 horas: en represalia por la conspiración morisca acontecida, se inicia una batalla entre ambos bandos.
- 20.30 horas: cierre de campamento.
- 21.30 horas: cena con recreadores amenizada por el grupo "Circoloco Teatro" circo acrobático itinerante, donde harán espectáculos de malabares de fuego, etc.
Domingo 11 de mayo:
- 10.30 horas: apertura del campamento. Se continuará con la vida cotidiana del siglo XVI donde se ofrecerá como degustación su famosa masa frita.
- 11.00 horas: actividad amenizada por Micma Domenech y Manel Rochina en la que interactuarán con el público en una dinámica basada en el lenguaje del abanico.
- 11.30 horas: exhibición de vuelo de aves rapaces a cargo d ela empresa Rancho Majanos Park.
- 12.00 horas: acto de reducción de las tropas moriscas de Aben Aboo ante Don Juan de Austria.
- 13.00 horas: baile del siglo XVI con el grupo de Padules y con todos los asistentes que quieran participar.14.00: cierre y clausura del campamento.
Un pacto con la historia
El episodio que da origen a esta celebración tuvo lugar en la primavera de 1570. Don Juan de Austria, hermano del rey Felipe II por parte de padre y comandante de las tropas reales, acordó en este enclave con el general morisco Hernando El Habaquí, en nombre del rey Muley Abdallah Aben Aboo, el final de una revuelta que durante casi tres años había arrasado el Reino de Granada. El conflicto -conocido como la segunda guerra de las Alpujarras- había estallado en Navidad de 1568, impulsado por décadas de opresión, persecuciones religiosas, crisis económica y la prohibición de costumbres culturales moriscas.
El texto del cronista Luis del Mármol Carvajal relata el momento de la rendición: "El Habaquí se apeó del caballo, fue a echarse a los pies de don Juan de Austria y le ofreció las armas y la bandera de los alzados". Dicha paz era fruto de que la resistencia morisca, debilitada por la falta de apoyos y por divisiones internas, fue finalmente sofocada.
Como indica el historiador y docente de la Universidad de Almería Francisco José Díaz, no fue una paz en sentido estricto, sino una rendición pactada: "Las comunidades moriscas, tras comprobar que no podían ganar la guerra, acordaron ponerle fin de la forma más útil y honrada posible, es decir, mediante una capitulación formal", explica. Sin embargo, poco después comenzó el reparto de las tierras confiscadas a los sublevados, lo que demuestra que fue una rendición.
Portada de la Historia del rebelión y castigo de los moriscos del reyno de Granada, de Luis del Mármol, edición de 1600, Málaga.
Aunque breve, la paz sellada en Padules supuso un respiro en una tierra castigada por la guerra. Y aunque el destino de los moriscos quedó sellado décadas después con su expulsión definitiva en 1609, este pacto quedó en la memoria como un símbolo de entendimiento y fin de la violencia. Hoy, Padules lo recuerda no como un cierre trágico, sino como una oportunidad de diálogo con su pasado.