Tocino, habas, un vino del país y el calor de una buena lumbre, acompañado de la música de los tunos y algún que otro baile típico... No se me ocurre una mejor forma de disfrutar un sábado. Y es que este 29 de marzo, los virgitanos vivirán una de sus fiestas más tradicionales y esperadas: la Fiesta de los Humarrachos de Berja, en honor a San Tesifón. Una celebración que, año tras año, consigue encandilar los paladares y corazones de todos los que la viven, y que este 2025 regresa con la misma frescura de siempre, para hacer vibrar al pueblo con su historia, su gastronomía y su música.

La Fiesta de los Humarrachos no es una de las fiestas más arraigadas para la gente de Berja, por causa fortuita sino que su celebración remonta a 1596, cuando los vecinos hicieron un voto a San Tesifón para que su divinidad intercediera para frenar las plagas que arrasaban las cosechas y los campos de los virgitanos que en aquella época subsistían gracias al trabajo agrícola.

Desde aquel entonces, esta tradición no ha dejado de celebrarse, convirtiéndose en un pilar fundamental de la identidad del municipio. Durante más de 400 años, la fiesta ha perdurado en el tiempo, uniendo generaciones y barriadas de Berja, que se disponen a compartir una noche mágica llena de sabor y camaradería entre familiares y vecinos.

En esta ocasión, Berja se llenará de luz y calor con las hogueras que se encenderán a partir de las 21:30 horas, marcando el inicio de una celebración que recorrerá las 11 barriadas del municipio. En cada rincón del pueblo, los vecinos se reunirán para preparar las comidas tradicionales: tocino, habas y, por supuesto, el siempre bienvenido vino de la tierra. Y, como no podía faltar, la fiesta se animará con el sonido de la Tuna de la Universidad de Almería, que pondrá el ritmo a los bailes y las risas que caracterizan esta festividad.

La fiesta tiene una carga simbólica muy fuerte, ya que es el momento en el que los virgitanos rinden homenaje a San Tesifón, quien, en el siglo I, evangelizó esta parte de la Alpujarra. Las celebraciones culminarán a las 12 de la noche en Castala, en la Terrera del Barrio Alto, el lugar más importante donde se le rinde culto al santo y donde arrancó su evangelización.

Este sábado, Berja se convierte en un hervidero de tradición, música y buen comer. La Fiesta de los Humarrachos no es solo una cita con la gastronomía, sino también con la historia viva de un pueblo que sigue preservando sus costumbres más queridas. Sin duda, una de las mejores formas de disfrutar de la esencia de la Alpujarra almeriense.