El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, que comparten tres municipios, se prepara para recibir este verano a miles de visitantes. A los almerienses que deciden escaparse a este paraíso natural, hay que sumar los turistas, procedentes de diferentes puntos de España, pero también de fuera de sus fronteras, que optan por pasar unos días en esta esquinita de España.

El reto más importante ahora mismo de este espacio natural, de incalculable valor y que cuenta con numerosas figuras de protección, es aunar conservación, turismo y economía. 

El impacto de estas miles de visitas, y que siguen creciendo año tras año, puede causar un daño irreparable si no se hace bien y se respetan una serie de normas. El director conservador del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, Salvador Parra, reconoce que es difícil encontrar a veces ese equilibrio. "La conservación es nuestra base y nuestro principal cometido, pero tenemos que hacerla compatible con el desarrollo sostenible. Esto implica regular las actividades que se llevan a cabo dentro de él, algo que se convierte más complicado en verano", asegura este agente activo en cuidar a la denominada joya de la corona de la provincia de Almería.

Qué hay que hacer cuando visitas Cabo de Gata

Salvador Parra lo tiene claro. Lo primero que tiene que hacer una persona cuando visita el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es informarse. El director conservador de este espacio cita para hacerlo los distintos puntos de información o centros de interpretación existentes, la cartelería colocada en diferentes puntos o las páginas webs oficiales. 

Es más, afirma que para que un turista colabore en la conservación de este entorno de gran valor medioambiental basta con seguir solo algunas cuestiones "fundamentales":

. Aparcar en las zonas diseñadas para ello, fomentando así la movilidad sostenible dentro del parque natural. 

. No dejar basura y retirar los residuos generados. "En Cabo de Gatas hay muchas playas naturales y de difícil acceso donde es muy difícil poner contenedores y luego recoger todo lo depositado en ellos", destaca.

. Respetar algunos espacios del Parque Natural de Cabo de Gata que son muy sensibles, entre los que incluyen las dunas de Los Escullos y Mónsul. 

. No dormir en la playa. Y es que Parra recuerda que la pernocta con autocaravanas y furgonetas no está permitido en este espacio natural, salvo en espacios como los campings.

. Respetar el balizamiento en playas naturales que se instala desde hace cinco año y que se suma al de las zonas de baño urbanas. Una decisión que se tomó ante el incremento de la presencia de embarcaciones de recreo y motos acuáticas.

. No realizar actividades o contratar servicios con empresas no autorizadas para realizarlas por parte de las diferentes administraciones. Para ello, destaca, basta con pedir la autorización a la empresa que la gestiona.

Incumplir algunos de estos aspectos puede conllevar (y conlleva) importantes sanciones económicas. 

Víctor Gutiérrez, coordinador del área de Conservación y Restauración de Ecosistemas de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, destacaba en su reciente visita a San José que uno de los grandes valores de la Red Natura es, precisamente, hacer compatibles las actividades económicas con la conservación de los valores medioambientales. 

"Lo primero que necesitamos para gestionar de una manera eficaz todo esto es tener mucho conocimiento científico para conocer, precisamente, el impacto de las actividades que se llevan a cabo y ver la capacidad que tiene cada espacio", apuntaba. "Hay que buscar el equilibrio justo, porque todas estas acciones se llevan a cabo, precisamente, por los valores naturales que tiene Cabo de Gata", destacaba.