Tres playas de Almería para descubrir en una escapada de fin de semana
La costa almeriense guarda algunos de los secretos mejor protegidos de todo el litoral nacional

Tres playas de Almería para descubrir en una escapada de fin de semana.
Almería guarda algunos de los secretos mejor protegidos de todo el litoral nacional. Su costa es el lugar perfecto para escapar del bullicio este verano y olvidar las playas abarrotadas y los chiringuitos de reguetón: aquí manda el viento, la roca volcánica, el agua cristalina y el silencio.
Entre todas las magníficas opciones que hay repartidas por todo el litoral almeriense, hay tres playas que son ideales para una escapada de fin de semana. En el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, se encuentran playas que parecen sacadas de otro mundo, donde la naturaleza aún manda y el paisaje ofrece postales únicas en cada rincón.
La playa de Mónsul, en San José, es un clásico imprescindible. Su gran duna, su arena grisácea y la gigantesca roca que emerge del mar la convierten en una de las playas más fotogénicas de España. Steven Spielberg la eligió como escenario en 'Indiana Jones y la Última Cruzada', y no es casualidad. Mónsul está protegida, lo que significa que no verás hoteles, ni chiringuitos, ni sombrillas en fila. Se accede a pie desde un aparcamiento (5 euros), o en autobús desde San José. Un consejo: llega temprano, porque en verano el aforo se controla.
A medio camino entre la autenticidad y la comodidad, encontramos la playa de Las Negras, situada en el propio núcleo urbano del pequeño pueblo que lleva su nombre. Su paisaje, rodeado de montañas volcánicas y casas encaladas, es único. Ideal para quienes quieren un baño con vistas pero sin renunciar a un bar cerca o un alojamiento con encanto. Además, es un punto de partida perfecto para explorar calas cercanas como la del Cuervo o San Pedro.
Por último, Cala Rajá, una playa para aventureros y la opción perfecta para quienes buscan desconectar por completo. De difícil acceso y sin servicios, esta cala es un refugio de paz y naturaleza pura. Desde su pequeño arenal se divisa el icónico Arrecife del Dedo, un peñón que se alza sobre el mar como un dedo apuntando al cielo y al que por ello llaman 'El dedo de Dios'. La caminata para llegar merece la pena: es una experiencia íntima con el paisaje más salvaje de Almería.