Terence Hill ha vuelto a escrutar con sus ojos azul Mediterráneo el desierto almeriense. También ha vuelto a colocarse el sombrero de vaquero y uno de esos abrigos largos tan característicos del ‘spaghetti western’, el género que le lanzó al estrellato en esta misma tierra y le permitió conocer a su inseparable Bud Spencer. 

El actor y director italiano, de 86 años de edad, participó a primeros de este mes de julio en un rodaje que se desarrolló en el poblado Fort Bravo-Texas Hollywood de Tabernas, cerrado durante cuatro jornadas para la ocasión.

Un proyecto rodeado de tanto hermetismo que el propio Hill llegó a borrar, días después de su publicación en su perfil oficial en Facebook, una imagen en la que aparecía vestido de cowboy en uno de los decorados del poblado.

El rodaje

Terence Hill no tiene en estos momentos ningún proyecto cinematográfico en marcha según la base de datos cinematográfica IMDb. En 2022 dejó la serie ‘Don Matteo’, en la que se puso durante trece temporadas bajo la sotana de un sacerdote que investigaba casos criminales. 

El pasado verano, publicaron medios italianos, el actor anunció su intención de retomar su icónico personaje de ‘Le llamaban Trinidad’ (1970) y su secuela, ‘Le seguían llamando Trinidad’ (1971), aunque no parece que este proyecto haya llegado a cristalizar. Y, por supuesto, nada tiene que ver con el carísimo wéstern español de título ‘Trinidad’ que Laura Alvea y José Ortuño ruedan en escenarios de las Islas Canarias con Paz Vega y Karla Sofía Gascón.

Por el secretismo y los pocos días de filmación, el regreso de Terence Hill a Tabernas bien podría deberse entonces a un compromiso publicitario: su rostro y el de Bud Spencer, muy populares en gran parte de Europa, son aún hoy un gran atractivo para las marcas. 

También encajaría con el documental oficial sobre su vida que Warner Bros. tiene previsto realizar, tal y como el italiano desveló el pasado mes de febrero, si bien no hay indicios de que este rodaje haya comenzado aún. 

Hill se reencuentra con Tabernas

Aunque sin desvelar en ningún momento su nombre, en las redes sociales del poblado de Tabernas se publicó que durante aquellos primeros días de julio les acompañaba “una gran estrella de nuestro género que todas las generaciones conocemos” al que se referían como una persona “con una gran nobleza y sencillez”.

La última visita de Terence Hill a nuestra provincia fue en 2016. Entonces recogió el premio honorífico ‘Tabernas de Cine’ del Almería Western Film Festival días antes de comenzar a rodar como actor y director en escenarios de Almería capital, Las Negras, Sierra Alhamilla y Tabernas (tanto en el pueblo como en el desierto) su último largometraje hasta la fecha, ‘My name is Thomas’ (2018), inédito en salas comerciales españolas. 

Antes, el rubio veneciano, cuyo nombre real es Mario Girotti, había filmado en la tierra del indalo la trilogía de Cat Stevens y Hutch Bessy —‘Tú perdonas… yo no’ (1967), ‘Los cuatro truhanes’ (1968) y ‘La colina de las botas’ (1969)—, dirigida por Giuseppe Colizzi y coprotagonizada junto a Bud Spencer; ‘El genio’ (1975), de Damiano Damiani y producida por Sergio Leone, y ‘Marchar o morir’ (1977), de Dick Richards, una cinta de aventuras bélicas donde compartió cartel con Gene Hackman, Max von Sydow y Catherine Deneuve.