La Voz de Almeria

Cultura

“En Almería somos unos guerreros: tenemos mucho en contra, pero la piel curtida”

La bailarina y coreógrafa almeriense Mariana Collado cierra el ciclo Trasladanza, este viernes en el Apolo, con ‘Puta, madre y loca’

La bailarina y coreógrafa almeriense Mariana Collado en ‘Puta, madre y loca’.

La bailarina y coreógrafa almeriense Mariana Collado en ‘Puta, madre y loca’.Juan Carlos Toledo

Evaristo Martínez
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Sophia Loren en ‘Matrimonio a la italiana’. Mary Poppins y su bolso ‘resuelveproblemas’. Los recortables con figuras femeninas a las que igual se les colgaba un chándal que un traje de gala. Constructos de la mujer que han inspirado ‘Puta, madre y loca’, la propuesta de la bailarina y coreógrafa almeriense Mariana Collado que, este viernes 23 de mayo, clausura la primera edición del ciclo Trasladanza. Será a las 20:30 horas en el Apolo, con las entradas a punto de agotarse (12 euros en web, 15 el día de la representación).

“Quería indagar en la erosión del cuerpo, en cómo reacciona y se transforma cuando lo maltratamos. En un principio me interesaba buscar el estado del cuerpo en diferentes escenarios, y de ahí pasé a distintos estados de la vida y a profesiones”, cuenta a LA VOZ sobre el proceso creativo del montaje.

Lo que llega al Apolo es un ‘work in progress’, una propuesta “con un cincuenta por ciento de teatro y otro de danza” que Collado necesita “aterrizar en escena” para ver qué sucede después.

Para ello se ha rodeado de un gran equipo de “musicazos, amigos y compañeros”: el asesoramiento escénico y coreográfico de Carlos Chamorro; la dirección y composición musical de Alfonso Acosta, con el apoyo de Víctor Guadiana y Leticia Malvares; la trompeta de Enrique Rodríguez ‘Enriquito’; y las voces de Teresa Hernández y Lucía Gregorio.

Además, la dirección de arte la firma Julio Ruiz, el diseño de vestuario es de Belén de la Quintana con asesoramiento de La Caja del Gusano, tras el diseño de iluminación está Süh-Wein Romero y del material audiovisual se ha encargado Juan Carlos Toledo. El montaje cuenta, asimismo, con el apoyo de Centro Pagés, el Ballet Nacional de España y Teatro Flamenco Madrid.

Deshilando marañas

Para “deshilar la maraña” de lo que bulle en el cuerpo y la mente de una mujer, Collado se ha apoyado en “personajes reales y ficticios” en un montaje “abierto a interpretaciones”. Por ejemplo, defiende que toda mujer “tiene una madre dentro”, independientemente de que “haya parido o no”. “La madre es una consecuencia que llega con la edad y que afecta a tu manera de mirar, de cuidar, de estar ahí”, asegura.

Del mismo modo se acerca a la prostitución, —“y a lo que lleva a una mujer a vender su cuerpo”— y a la locura, “o cómo alguien puede tener un mal día y hacer que todo se vuelva en su contra”.

Sobre el escenario, la artista defenderá estas tesis desde su “feminidad” y sus “vivencias”. Regresa a Mary Poppins. “Ella trabajaba, cuidaba, limpiaba, aguantaba niños. Pero de su bolso brotaban soluciones y todo lo transformaba en belleza. En nuestros bolsos las mujeres llevamos perdón, comprensión, tensión, alegría, odio”.

‘Puta, madre y loca’ cierra la primera edición de Trasladanza, apoyado por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento y la SGAE, y promovido por Butaka 13 Producciones, plataforma cofundada por la propia Collado. En estos meses, el ciclo ha apostado por artistas almerienses como Julio Ruiz (‘Tocar a un hombre’), Raúl Heras (‘Que tus ojos miren lo recto’) y Aitana Rousseau (‘Anatomía del límite’).

A pesar del riesgo conceptual de las propuestas, las obras han llenado el Apolo. “Me ha sorprendido el calor y el apoyo del público. Queríamos un ciclo en el que confluyeran danza, artes escénicas y ‘performance’, y que abriera las mentes. En Almería somos unos guerreros: tenemos mucho en contra, pero la piel curtida”, concluye.

La trayectoria de Mariana Collado

Estudiante de la SAFA y del Celia Viñas. Diplomada en Danza Española y Flamenco por el Conservatorio de Almería y formada en centros privados. Becada por la Fundación Cristina Heeren y el Centro Flamenco de Estudios Escénicos Mario Maya. En 2004 se asienta en Madrid, desde donde potencia su visión de las artes escénicas.
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