Isabel I de Castilla constituye una de las personalidades más fascinantes de nuestra historia. Educada para ser una reina en toda la amplitud de la palabra -en un tiempo en el que el papel de la mujer estaba relegado al título de consorte-, hablaba seis idiomas, se bañaba todos los días -en contra de lo que dice una maliciosa leyenda- y pretendía traer a sus dominios el Renacimiento italiano a través del arte, la política y la moda.

“Ella se fijaba en cómo vestían los embajadores y en las cortes donde había gente interesante como Leonardo da Vinci. Le seducía el concepto de Estado, al que debía servir incluso la Corona, por lo que los vasallos pasaron a ser súbditos”, explica a LA VOZ Manuel Sánchez, comisario de la exposición ‘La moda de Isabel I y su tiempo’, que puede verse hasta el 12 de diciembre en el Museo de Arte Doña Pakyta de Almería.

Aquí empieza un viaje al siglo XV a través de los trajes de la serie de TVE ‘Isabel’. Un recorrido por la evolución de la moda a lo largo de la vida de una mujer única.

Primer retrato
Isabel lucía este vestido en el primer retrato que vio Fernando de ella. Al margen de los brocados, no es un traje muy complicado. Este modelo y el resto de los seleccionados por la productora salmantina Plateros Multimedia, que lucen Michelle Jenner y otros actores de la serie, son fieles a la época que recrean. Para conseguirlo, han contado asesores expertos en indumentaria del siglo XV y XVI.

Influencia de los soldados
Inspiradas en los uniformes de los soldados que venían de la batalla, surgen las cuchilladas que entallan el traje y otorgan ligereza.

Mayor contribución
La mayor contribución de la corte de Isabel a la moda europea y mundial puede apreciarse en este vestido que en la serie se pone el personaje de Juana de Avis, mujer de Enrique IV. Se trata de unos aros de mimbre que dan volumen al traje confiriendo majestuosidad y disimulando los embarazos. Son difundidos por Isabel y copiados por la esposa de su hijo Carlos I de España y V de Alemania, Isabel de Portugal. “Usar este invento se llama vestir a la española durante dos siglos, luego da pie al guardainfantes de las Meninas, al cancán del XVIII, al polisón y al miriñaque”, señala Sánchez.

Capa pluvial
Esta capa pluvial la usó el personaje de Enrique IV. “Como las cosas se tienen que optimizar, ha estado en bastantes series y películas. Está inspirada en el siglo XV español con la influencia de lo judío, lo islámico y lo cristiano. Se hace para Plácido Domingo, para la ópera ‘Otelo’ que recorrió los grandes teatros del mundo. Es una pasamanería hecha a mano con piel de lobo sintética, que simboliza lo telúrico, al jefe de la manada”, subraya el comisario de la exposición.

Túnica de paño merino
El religioso Carrillo (uno de los personajes más odiados de la serie a quien da vida Pedro Casablanc) viste esta túnica de paño merino. “El merino era, junto al trigo, el oro de Castilla porque era y es el mejor bellón del mundo pues abriga en invierno y transpira en verano. Se cotizaba tanto que estaba prohibido que una oveja saliera de Castilla si no era bajo decreto real”.

La coronación y la boda  
La Isabel de Michelle Jenner se proclama reina con este bonito vestido (imagen 11) y se casa con Fernando, interpretado por Rodolfo Sancho, con otro aún más espectacular (aparecen ambos en la 10) de seda, lino y algodón. Destaca en él la pechera con  perlas del río cultivadas en la Albufera.

Las Cortes de León
Ésta es la capa que lleva Isabel a las Cortes de León, donde están representados todos los estamentos sociales (se solían convocar para pedir dinero, por ejemplo, para ir a la guerra). Pesa casi diez kilos y aúna todos los símbolos del Estado.

La corte nazarí
En la corte nazarí abundaba la seda (Almería era una gran productora), que estaba muy cotizada en los mercados de Europa. “Cuando llega a Granada, la reina se quiere mostrar conciliadora, por lo que manda a los sastres a que les tomen las medidas a ella y a la infanta para vestirse al estilo morisco con toda la pasamanería”, concluye.