1.500 cuadernos de escolares de Almería serán eternos
Sole Soriano, de Terque, probablemente ya no viva, pero vivirá su libreta escolar como la de otros miles de niños de la provincia

Redacción de la niña Soledad Soriano, de Terque, en 1939.
Sole Soriano probablemente ya no viva; pero vivirá su cuaderno. A veces, el azar convierte algunos cosas en inmortales; el azar o el afecto por las cosas antiguas, que ayudan a comprendernos mejor, a entendernos mejor, a saber por qué somos como somos a partir de lo que fuimos. Sole era una niña en el 39, el año en el que cesaron los tiros y ella escribió el 11 de octubre de ese año, a la vez sanador, a la vez cruel para los que no ganaron, que “ahora vemos la Cruz de los Caídos que han muerto por defender a Dios y en los cementerios y en las torres y en todas partes vemos las cruces”. Supo captar la pequeña de Terque que España inauguraba un nuevo tiempo de cruces.
Esa libreta donde ella escribía con letra aplicada de niña de sobresaliente, con una caligrafía maravillosa, va a convertirse en eterna; como las redacciones y las sumas y restas de la niña Josefina Molina y la de Eduarda Luque de Rioja, que escribía con letra trenzada que quería ser monja “ya que ellas tienen el cielo seguro”. Todos esos cuadernos del Museo de la Escritura Popular, que ha sabido conservar como nadie en España el Museo de Terque del manchego Buendía, va a perpetuarse como las estalactitas de Nerja. Más de 1.500 libretas guardadas en archivadores en ese pueblo del Andarax procedentes de baúles y cajones de la provincia, van a ser digitalizadas por la Universidad de Almería. Serán eternas a partir de ahora fruto de ese acuerdo que continúa la colaboración que vienen realizando ambas instituciones y que se plasmó en 2024 en la exposición Historia de la Educación en Almería. El equipo multidisciplinar estará compuesto por expertos en historia de la educación, conservación documental, y especialistas en patrimonio cultural y religioso de Andalucía. Además, se contará con la colaboración de profesionales en digitalización de documentos y restauración.
La investigadora principal del proyecto es Ángeles Arjona catedrática de antropología social que lleva trabajando cuestiones de patrimonio desde hace 25 años, en el seno del Laboratorio de Antropología Social y Cultural. La investigación estará coordinada por los profesores de la Facultad de Ciencias de la Educación Luis Miguel Sáez y Christian Roith.