Las criaturas más exóticas que han visitado este verano las costas de Almería
Una gran variedad de criaturas que fascinan y despiertan temor según su naturaleza

Varios ejemplares de dragón azul.
Poco a poco, el verano va dejando paso al otoño. Las visitas a la playa se van reduciendo cada vez más debido a la llegada del frío y la vuelta al día a día tanto de niños como de adultos. Al igual que la arena se vacía de sombrillas, neveras y toallas, las aguas del mar también vuelven a su rutina.
Y es que los habitantes de las aguas almerienses no solo han sido perturbados por los bañistas, sino también por una gran variedad de criaturas que fascinan y despiertan temor según su naturaleza.
A mediados de agosto, en Mojácar nacían crías de tortuga y se desplegaron las medidas necesarias para protegerlas de posibles depredadores en su camino hacia el mar.
Uno de estos seres que incluso se desea ver durante los meses de más calor es la medusa 'huevo frito'. Debido a su apariencia y a que su veneno tan solo provoca un leve escozor, las medusas 'huevo frito' son bastante conocidas e incluso queridas por los bañistas que reciben su visita todos los años.
Justo en el lado contrario, está otro tipo de medusa que rara vez se ve en Almería y que se teme: la carabela portuguesa. Con un veneno capaz de causar la muerte, es normal que su visita sea una de las menos deseadas durante el verano. Por suerte, este año fue avistada a finales de marzo, cuando todavía bañarse en la playa no era tan habitual.
Por desgracia, aunque la carabela portuguesa se marchó antes de la temporada alta, otra criatura vino a ocupar su lugar hace apenas unas semanas: el 'dragón azul'. Su nombre viene de su brillante color azul y un aspecto que lo aleja por completo a cualquier otro ser vivo. Este tóxico animal fue avistado en Cuevas de Almanzora e hizo que se prohibiera el baño por el peligro que entraña su picadura.
Ya en septiembre, apareció el mejillón egipcio en Carboneras. Esta criatura es más pequeña que el mejillón común, pero puede ser un peligro para nuestro ecosistema e incluso para nuestras tuberías, riberas y presas.
Por último, justo al acabar el verano, en Cabo de Gata unos pequeños organismos han dado lugar a un fenómeno lleno de belleza: la bioluminiscencia en el mar. En noches de poca luna y con el mar en calma, puede disfrutarse de este brillo casi mágico.
Estas, en ocasiones inesperadas, en ocasiones más que rutinarias visitas, cierran este verano 2025 de las costas almerienses. Tal vez el año que viene el mar traiga nuevos animales exóticos tan peligrosos como fascinantes como los de este año. Tan solo queda pasar los meses de más frío y desear que el verano vuelva pronto.