Menos de 24 horas son las que faltan para que el festival más esperado del verano en Roquetas de Mar llegue a la provincia, el Salinas Sound Festival. Un evento único que comenzó como una arriesgada propuesta antes de la pandemia, pero que demostró ser una cita a la que no faltarían los almerienses en los siguientes años. 

¿Quién iba a decir que esta localidad se presentaría como una oportunidad única para poder disfrutar de artistas nacionales e internacionales de los distintos géneros que no paran de sonar en tu radio o en las listas más escuchadas de Spotify?

Un festival marcado por tres noches que prometen ser inolvidables por la temática tan característica que tendrá cada una de ellas. "Noche de Travesura", en recuerdo a aquellos temazos que siempre estaban on repeat en las fiestas; para los amantes de lo vintage, la velada "Efectiviwonder" desempolvará aquellos sonidos de los 90 y los 2000; y como broche de oro, la última noche se titula "Salinas Urban", la convergencia de toda la escena urbana en un único escenario. 

En esta ocasión, y en vísperas a que se prenda el fin de semana roquetero, una de las jóvenes promesas de la escena urbana almeriense, Cerezo, cuenta a LA VOZ su trayectoria y sus sensaciones para una noche muy especial. 

Un sueño marcado por los ritmos urbanos

Javier Cerezo García, más conocido como Cerezo, tiene 21 años y un sueño: vivir de la música. Emprendió este camino hace poco más de un año y medio, con su canción 'Hace tiempo', una oda al desamor que derrocha emociones por los cuatro costados, sin dejar de lado un ritmo constante que te hará vibrar sin dudarlo. 

A día de hoy su discografía es de ocho canciones, siendo 'Bvlgari' y 'Dilo Ma' las más escuchadas, con más de 18.000 y 15.000 escuchas respectivamente.

El joven almeriense es el vivo ejemplo de la resiliencia, y entre risas cuenta cómo sus comienzos se remontan a un ordenador y los cascos de la PlayStation para grabar sus primeras demos, aquellas que después enseñaba a sus colegas en el Barrio de San Luis. En el último año ha podido actuar en el Solazo Fest y en esta ocasión lo hará en el Salinas Sound Festival de Roquetas de Mar.

¿Cómo fue empezar en la industria? 

La verdad es que empecé porque mi inspiración es Saiko. Mucha gente de la escena urbana comenzó a subir, a ser escuchada, la música española se estaba revalorizando, y vi una oportunidad. Pensé que si Quevedo, Raul Clyde o Soge Culebra habían podido abrirse paso, yo también podría hacerlo. 

Desde un inicio mis padres me apoyaron, confiaron en mí y en el proceso. Eso no quita que haya sido complicado: sigo trabajando para poder ahorrar y conseguir aquello que me hace feliz, es lo que más quiero. 

¿Qué ha significado para ti poder participar en el Solazo Fest y en este caso, el Salinas Sound? 

Si hace un año y medio me hubieran dicho que iba a cantar en algunos de los festivales más consolidados de la provincia, me habría reído. Es una oportunidad, un sueño. El simple hecho de cantar ya me ilusiona: ya sea la feria, un festival o un pequeño bolo, que la gente te escuche cantar, que baile con tus temas, es otro rollo. 

Y en cuanto al futuro... 

Me gustaría que que mi música sonara más en mi ciudad, en Almería. Por otro lado, seguir sacando música y haciendo proyectos nuevos es primordial para mí. Mejorar, tomar un enfoque quizás más profesional, invertir más a la hora de la producción de los videoclips, tener un mejor sonido, mejorar la letra.

Pero sobre todo -ya sea a corto o medio plazo- tener un público al que le guste mi música, que la escuchen, y lo más importante, que sean de aquí, de la provincia. 

¿Ha sido complicado abrirte paso en este último año?

Sí, al final la música es un camino con muchos baches,  no sabes cuándo se va a dar, y si se va a dar, porque a lo mejor sacas 40 canciones y la que se te va a pegar es la 41. 

Implica mucho trabajo, mucha disciplina, muchas horas de estudio, para poder mejorar. Buscar contactos, hacer relaciones,  el tiempo que inviertes, el dinero, llega un momento en el que te preguntas "¿ Todo esto merecerá la pena?".

Al principio no te escucha nadie, no tienes una fuente de ingresos, tampoco haces conciertos, y si lo haces, pues, obviamente no te pagan porque estás empezando. Entonces, es como por así decirlo una apuesta, tienes que confiar mucho en ti y en el proceso. 

¿Con quién te gustaría colaborar? 

Dentro de Almería, con MARCE15LITO; de hecho, ya tengo una canción con él, 'Ushuaia'.  Me gustaría volver a colaborar porque nos entendemos en el estudio y disfrutamos haciendo música juntos, las vibras lo son todo: RVFV, Chiche Nieto, sería muy top también. De artistas femeninas, me encantaría con Judeline, sería un gran paso. 

¿Has encajado en los moldes de la música urbana?

Dentro del reggaetón existen unos códigos, que giran en torno a la mujer, pero tampoco me gusta hablar de esas cosas. Mis letras son más de desamor, románticas, algo que no se hace mucho aquí en Almería, la gente prefiere las letras de la calle. Yo me centro en los ritmos, la melodía, disfruto escribiendo cosas distintas, hacer referencia a películas o lo que se me ocurra.

¿Qué es lo más duro de ser artista emergente?

Hoy en día, lo que veo es que hay muchísima envidia, no nos ayudamos entre nosotros y es algo primordial. Podemos ver los casos de Granada o de Canarias: desde que se pegaron artistas como Quevedo o Saiko, todo ha ido hacia arriba, ha sido más fácil y se ve en las colaboraciones que se han dado entre ellos. 

El artista almeriense concluye en que en España no se le da la suficiente prioridad a aquello que se produce aquí. "Es difícil romper la barrera así", indicando que es más que necesario dar una oportunidad a la música que viene "desde abajo". Un nuevo horizonte respecto a la música urbana se ha erigido, y está en Andalucía, en Almería, en el Barrio de San Luis.