Sánchez Lucas: 50.000 kilómetros al año pintando pueblos de España
La otra cara de Manuel Sánchez Lucas

Manuel Sánchez Lucas.
Quien iba a decir que Manuel Sánchez Lucas, un fornido mocetón que a los 17 años era una promesa del futbol, una infortunada y grave lesión lo apartase de los terrenos de juego casi dos años y durante su convalecencia se metiese de lleno en su pasión por el dibujo. Hoy a los 53 años se ha convertido en un exquisito y valorado pintor. Hijo de padres murcianos nació en Barcelona en 1972, aunque a los cinco años la familia se vino para Almería. Es el mayor de cinco hermanos, transcurriendo su infancia y adolescencia entre los estudios obligatorios y sus grandes pasiones el futbol y el dibujo. En apoyar su inclinación por los lápices y pinceles, ahí su padre jugó un papel importante. Su progenitor, buen pintor aficionado y coleccionista de libros de pintura, le fue marcando al joven Manolo, todo el abanico mágico de la pintura.
Frente al lienzo empezó a copiar a los maestros impresionistas y no tardó mucho en surgir las primeras exposiciones, las ventas de cuadros y sus contactos con destacados marchantes, que de alguna manera se convirtieron también en sus maestros. Poco a poco se fue haciendo un nombre y empiezan a llegar premios y reconocimientos. En la actualidad Sánchez Lucas acumula más de 300 premios nacionales e internacionales. El pasado 26 de febrero abría sus puertas a los almerienses en la calle Arraez de la capital la Asociación Cultural Ronda y en esta especial ocasión se colgaron cuadros con obras de los destacados pintores Epifanio Serna y Manuel Sánchez Lucas en la exposición “Dos miradas diferentes”
Dicen que usted recorre al año unos 50.000 kilómetros más o menos pintando pueblos de la geografía española. ¿Cómo surgió esta idea y cuándo empezó?
Si, eso son más o menos, lo que suelo hacer anualmente. La idea de los certámenes de rápida actuación surgió en el año 2000, cuando me presenté a cuatro certámenes provinciales y los gané. Ahí fue cuando me planteé salir de la provincia y competir con los top españoles.
De esos más de 300 premios nacionales e internacionales de los que se ha hecho acreedor. ¿Cuáles destacaría?
Es difícil medir con números, la pintura. Todos los trabajos tienen aciertos y errores, pero si medimos por cuantía económica y entramos en números, estoy sumamente satisfecho de una obra que presenté en Tomelloso, plasmando la entrañable playa de Monsul.
¿A usted los premios le estimulan el arte?
Si le dijese que no, le mentiría. Ayudan bastante económicamente y así mismo le hacen a uno evolucionar artísticamente una barbaridad. Son en conjunto una serie de cosas que lógicamente van sumando.
¿Cuándo usted empezó a quien le gustaba parecerse?
Cuando empecé, elegí lo fácil ya que era consciente de mis posibilidades, pero poco a poco se fue complicando la cosa y cuando descubrí al gran Joaquín Sorolla, me metí de lleno en la pintura abordando todas las dudas que hasta entonces me asaltaban.
¿De quién ha aprendido más?
No lo sé, no he parado. Mis inquietudes por pintar medio bien eran grandes, copiaba cosas de uno y de otros, las metía en la coctelera y fallaba 1000 veces hasta que saliese algo y así sigo y creo que seguiré actuando de esta manera hasta el día que me muera.
¿Cuántos cuadros calcula que lleva hasta ahora pintados?
Puff… sinceramente no lo sé, pero creo que pasan las tres cifras, empecé con apenas 18 años a exponer y ya llevo más de tres décadas en esta singular vida entre colores.
Sus cuadros están colgados en más de 200 ayuntamientos de Andalucía. Por ejemplo, en Roquetas de Mar alrededor hay unos treinta y en el ayuntamiento de la capital una decena. ¿Se puede vivir de la pintura?
Los años 90 y 2000 fueron excepcionales. Funcionaban las galerías y todo lo relacionado con el lienzo, pero con la crisis del ladrillo, bajó la demanda más de un 75 por ciento. Hoy es difícil, yo tuve que echarme a la carretera e ir recorriendo toda España, de concurso en concurso para que pudieran salir las cuentas. A día de hoy, puedo decirle que sí vivo de la pintura.
¿Es cierto que en el año 2017 acumuló más de cincuenta premios?
A partir de ese año fui muy regular saliendo a unos 1000 km por premio. Imagínese, jeje je.
¿Su cuadro el Arrecife de las Sirenas es el más importante que ha pintado?
No, hay uno en Tomelloso como anteriormente dije. que es mi preferido pero qué duda cabe que todos han ido sumando. Todos tienen aciertos y errores y por supuesto muchos quebraderos de cabeza, mi nivel de exigencia es grande.
¿Qué es lo más difícil de pintar?
Una cosa parece estar clara. Todo es difícil. Pintar mal es fácil, así que no sabría darle una respuesta más concreta sobre esta pregunta.
¿El óleo sobre lienzo es donde se encuentra más cómodo manejando la paleta de colores?
Si, es la técnica donde me siento más seguro, me gusta salir de vez en cuando al acrílico y acuarela, pero para mí la terminación completa se cumple con el óleo, por cromatismo y texturas.
Para usted, ¿Cuál es el color más valioso?
No lo sé, aunque lo que, si puedo decirle que el que más gasto, aparte del blanco que es lo normal en la paleta, es el azul ultramar.
¿En Almería quién creyó en usted cuando tras “dejar” el dibujo se puso a trabajar en serio la pintura?
Si quiere que le diga la verdad, creo que fui yo solo. Cuando empiezas la cosa es complicada, no sale nada y la crítica te machaca. Hay que tener un punto de locura y muchas ganas de luchar para seguir avanzando.
¿Dónde está el secreto de sus pinturas?
Yo no veo secretos, me imagino que eso lo verá el público, yo solo sé que tengo enfrente un lienzo en blanco y mancha tras mancha, después de muchos errores luego es cuando llega algún acierto.
¿Cuál ha sido el cuadro más caro que ha vendido?
En todo mi tiempo dedicado profesionalmente a pintar ha habido premios importantes y ventas importantes.
¿Qué es lo dice la crítica cuando ve sus cuadros?
¿La crítica? El tiempo en la pintura me enseñó que los que saben callan y luego existe el otro grupo. Nada más.
¿Como se encuentra el movimiento pictórico de Almería en la actualidad?
Ahora todos somos pintores. Resulta que hay más pintores que compradores. Todo el mundo expone y da igual todo porque todo está mezclado. Hay personas que pintan un cuadro y quieren vender. El público de galería, se pierde, por el bajo nivel de las obras.
Manuel Sánchez está afincado en Almería, donde tiene su taller para el desarrollo de su labor artística y su escuela de pintura en la barriada de Cortijo Grande. Sus obras forman parte de colecciones públicas de museos y ayuntamientos de todo el país. También cuenta con obra permanente en diferentes galerías de toda España.
Menciona a su hermana Ana, también pintora como una reconocida profesional, capaz de transmitir serenidad y tranquilidad a través de sus pinturas figurativas. En las obras de los dos hermanos Sánchez Lucas no faltan rincones de ciudades, paisajes o personajes en momentos especiales de la vida cotidiana.